Utrera

Insultos y amenazas en el juicio del acusado de matar a puñaladas a su novia

  • La defensa del procesado alegó que la víctima podía haber evitado lo sucedido si ese día se hubiera ido de su casa, en Utrera.

El juicio contra un joven de 26 años acusado de matar de 21 puñaladas a su novia de 18 años y madre de sus tres hijos ha comenzado en la Audiencia de Sevilla marcado por las amenazas proferidas a la familia de la víctima y los insultos recíprocos.

Estos insultos proferidos antes de entrar en sala, continuaron una vez dentro, ya que detrás de la familia de la víctima se sentó la del acusado, que no cesó de amenazar a los primeros de muerte ni de provocarles e insultarles con frases como "os vamos a hacer lo mismo que a tu hermana" o "mi hermano sale de la cárcel en siete años y lo malo va a ser cuando vuelva a Utrera".

Un jurado popular será el encargado de enjuiciar al acusado, para quien el fiscal, la acusación particular y la Junta de Andalucía han pedido un total de 28 años de prisión; 25 años por asesinato y 3 años por delito de maltrato habitual.

El letrado del hombre alegó que la víctima podía haber evitado lo sucedido si ese día se hubiera ido de casa.

El delito ocurrió la noche del 27 al 28 de noviembre de 2004 cuando la víctima y el acusado, Andrés R.R., de 26 años y con quien la mujer convivía desde hacía cinco años, entablaron una discusión que acabó con la muerte de la chica.

La víctima, Ángeles G.B., había iniciado una relación sentimental con el detenido cuando ella tenía 12 años y él 20, y vivían juntos en la barriada "El Tinte" en la localidad sevillana de Utrera.

Durante los cinco años de convivencia el procesado maltrataba a la chica con una "brutalidad inusitada" puesto que "eran constantes los insultos y expresiones vejatorias, así como las agresiones y amenazas de muerte, éstas últimas incluso en público" y de hecho le constaban cinco detenciones previas, un año de prisión por patearla mientras estaba embarazada y una orden de alejamiento.

La noche en la que murió la joven, la pareja había discutido en la planta baja del domicilio y la mujer subió al dormitorio, donde dormían dos de sus tres hijos; fue en ese instante cuando el hombre cogió un cuchillo de 35 centímetros y lo guardo en su pantalón.

Al llegar a la habitación se abalanzó sobre la víctima, que estaba tendida boca arriba en el colchón, se sentó sobre su vientre, y mientras con una mano la asfixiaba, con la otra le asestaba 21 puñaladas de las que seis le provocaron "inevitablemente la muerte", pero que le causaron una larga agonía ya que sintió cada una de las restantes en la espalda y extremidades.

El cuerpo de la fallecida lo encontró la hermana pequeña de la víctima, que también vivía en el domicilio, sobre el colchón rodeado de un gran "charco de sangre" y tapado con una manta, según ha declarado ante el tribunal.

La pareja tenía tres hijos de entre dos años y medio y siete meses de quienes la Junta de Andalucía es la tutora legal.

Junto a los 25 años de cárcel por asesinato y 3 por un delito de maltrato habitual, la Fiscalía y la Junta pedirán el pago de una indemnización de 150.000 euros a cada uno de los tres hijos de la fallecida.

El letrado de la defensa ha alegado un brote paranoico, consumo de drogas y alcohol y que la víctima hubiera podido evitar la situación "porque sabía que era otra persona cuando bebía".

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