Andalucía

La Junta presume de la adaptación de Andalucía al 'turismo del siglo XXI'

  • El consejero de Turismo defiende la mejora de la "sostenibilidad medioambiental, económica y social" lograda en la legislatura de la "maldita crisis" · El 20% de las reservas hoteleras ya se realizan en la red.

El consejero de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta, Luciano Alonso (PSOE), abrió ayer la veda para los balances de legislatura y defendió que su departamento ha dado "un impulso a la sostenibilidad medioambiental, económica y social" de una "industria clave" para la comunidad como es el turismo. Esta apuesta política, subrayó, se ha llevado a cabo en un "escenario difícil", con la irrupción de la "maldita crisis" en 2008 y su repercusión en la llegada de viajeros y su gasto. "Teníamos dos opciones, esperar a que pasara el tiempo y mejorara la situación, o hacer posible el futuro, que es en lo que hemos trabajado", recordó Alonso adaptando a Antoine de Saint-Exupéry.

Alonso fue el protagonista de la última edición del Foro Joly Andalucía, que reunió ayer en el Palacio de Congresos de Cádiz a más de 300 representantes empresariales y políticos de la provincia, principalmente vinculados al sector turístico, aunque el consejero aprovechó la ocasión para reivindicar el tratamiento del turismo como una "industria" de pleno derecho y esgrimió para ello datos acerca de su potencial económico: 720.000 empleos directos e indirectos generados, "más que la construcción y más que la industria", y la responsabilidad del 12% del PIB regional. Suficiente, destacó, "para que sea un elemento a mimar por todos".

El titular de Turismo recordó que Andalucía siempre ha sido una región pionera en la materia. Desde su origen, en el siglo XIX, cuando los primeros viajeros, "los viajeros románticos", descubrieron enclaves como la Alpujarra o los pueblos de la costa, en los que los primeros hoteles eran las casas de los pescadores o de los trabajadores del campo que conseguían de esta forma un plus a su renta. "Después llegó el turismo de masas, en el que los touroperadores deciden a qué destinos hay que ir, y del que España y Andalucía se ven beneficiados. Tuvimos entonces unos trabajadores que estuvieron a la altura de las circunstancias para dar respuesta a este turismo cuando el destino no estaba preparado para ello", observó Alonso.

Pero el inicio del siglo XXI dejó atrás esas etapas y configuró un nuevo escenario turístico, que es en el que se afanan la Administración regional y los empresarios, con un "turista mucho más informado, más preparado, más independiente". "Que compara y elige, y que exige destinos que le ofrezcan emociones y experiencias. Si las encuentra, repite, si no, no", expuso el consejero, que ensalzó al viajero, más que nunca, como "rey" del sector, en un entorno en el que cada vez hay mayor competencia: "Sólo un dato, Turquía aumentó sus plazas hoteleras un 71% entre 1999 y 2009. Aquí nos movemos".

En este panorama, Luciano Alonso defendió que la Junta, "de la mano del sector privado", ha apostado por buscar un turismo con más capacidad de gasto, menos estacional y más distribuido en la región en lugar de focalizar las acciones en "los volúmenes de viajeros". Las iniciativas de turismo sostenible (ITS) han permitido "avanzar hacia una nueva cultura turística basada en la planificación y creación de nuevos productos de carácter sostenible, desde un punto de vista ambiental, económico y social". "El 85% del territorio andaluz tiene ahora un plan turístico en marcha", defendió.

El consejero quiso poner un ejemplo de casos contrarios a esos principios de sostenibilidad. Citó el caso de un empresario responsable de un hotel de cinco estrellas de la costa que le trasladó su preocupación por que un bloque de apartamentos iba a acabar con las vistas al mar de sus habitaciones. "El turismo tiene que tener capacidad de exponer sus posturas en la legislación urbanística, tal y como se ha conseguido esta legislatura", señaló. Más tarde, en el turno de preguntas del Foro, mostró su inquietud por la intención del Gobierno central de modificar la Ley de Costas: "Si lo que quieren hacer es lo que propuso Álvarez-Cascos en su día, declarar urbanizable todo lo que no sea suelo rústico, será para estar preocupado. La mejor oferta turística es una costa sostenible", defendió el titular de Turismo.

En el otro extremo, Alonso recordó iniciativas que sí tienen valor para "el turismo del futuro" y que expuso recientemente ante un grupo de intermediarios irlandeses en Dublín. Son Valderrama, sede de Andalucía Valderrama Masters (antes, Volvo) y campo de golf con "vocación de liderazgo" y proyección internacional, y el caso del chef portuense Ángel León, que ha convertido su restaurante Aponiente y los productos que allí elabora "en un ejemplo de nueva tendencia" capaz de captar interés en el exterior y de atraer viajeros".

"El caso de Ángel León demuestra que la innovación es clave", defendió el consejero, que subrayó la puesta en marcha de Andalucía Lab en Marbella, el laboratorio de innovación turística, y de la comunidad virtual de Andalucía como dos grandes éxitos de la Consejería. "La comunidad virtual da respuesta a la necesidad de poner en marcha un nuevo concepto de comercialización. El 20,4% de las reservas hoteleras de Andalucía se realizan por internet, mientras que en España esta media se sitúa en el 14,4%. Allí hay 20.000 productos que se pueden conocer y se pueden reservar, realizando el pago. Además, incluimos el concepto 2.0 al permitir que los usuarios añadan sus opiniones, porque este certificado es cada día más importante. Esta herramienta que hemos puesto en marcha ya está siendo copiada por otras regiones", presumió.

Uno de los asistentes preguntó al consejero por qué la Junta no apostó por Tecnotur, el centro de tecnología y turismo de Chiclana, para desarrollar el proyecto de Andalucía Lab, cuando sus instalaciones ya estaban construidas y su posición era ventajosa con respecto a Marbella, un proyecto que ha habido que desarrollar desde cero: "Con este proyecto quisimos hacer un homenaje a la Costa del Sol y a Marbella por su proyección internacional", respondió Alonso.

El consejero abogó por la "singularidad" de Andalucía y de sus señas de identidad como "elementos diferenciadores de otros destinos". Y concluyó su intervención definiendo el turismo andaluz como "la industria de la felicidad y de las buenas noticias, que es lo que todos queremos que sea", una reflexión en positivo que no era recuperada del autor de El Principito.

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