El Partido Popular marca distancias con Ciudadanos, un partido al que critica su doble rasero a la hora de actuar contra la corrupción, exigiendo contundencia en los casos que afectan a los populares, pero mostrando comprensión en los que atañen a la Junta de Andalucía. Los populares están perplejos por el comportamiento de Juan Marín tras conocerse que un alto cargo de la Faffe usó una tarjeta de crédito con dinero público en un club de alterne de Sevilla.

"Estoy sorprendido por el silencio de la presidenta de la Junta, Susana Díaz y por la actitud de Ciudadanos, que no reclama al PSOE-A, claridad, contundencia y rigor", confesó ayer el líder de los populares andaluces, Juanma Moreno, durante su intervención en la clausura de la Interparlamentaria del PP-A, celebrada estos días en Ronda (Málaga).

"Qué fuerte es Ciudadanos con el PP y qué débil es con el PSOE andaluz", apuntó Moreno, en alusión a la actitud de la formación naranja en comunidades como Murcia o Madrid, donde han forzado el relevo de sus presidentes autonómicos, Pedro Antonio Sánchez y Cristina Cifuentes, respectivamente.

El presidente del PP-A insistió en que que Andalucía "no debe manchar su nombre por culpa de irregularidades y corrupciones como las que hemos visto". Así, señaló que "al ya gravísimo caso de los ERE, hemos visto secuencias en la Faffe que nos están avergonzando a todos", subrayando que le parece "tremendamente grave y lamentable que con dinero público se hayan ido a un prostíbulo".

A lo largo de su discurso también se refirió a otras cuestiones, como el recorte de los fondos de la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea para Andalucía a partir de 2020.

Para Moreno, Díaz es "desleal desde el punto de vista institucional" al remitir al consejero de Agricultura a Bruselas a negociar esta partida de la PAC, sin antes haber acudido a instancias del Gobierno Central ni haber mediado palabra con las entidades agrarias. El dirigente popular acusó a Díaz de "usar como elemento de confrontación" este asunto para "ganar un puñado de votos" y para "intoxicar y malmeter" en las negociaciones de la PAC, en lugar de establecer un primer diálogo con organizaciones de agricultores como Asaja.