El subdelegado del Gobierno central en Jaén, Fernando Calahorro, ha indicado que en el cadáver de la mujer que se encontró con signos de violencia en un olivar localizado entre los municipios jiennenses de Baeza y Mancha Real no se aprecian heridas por arma blanca o una pistola y que, por tanto, una de las posibilidades que se barajan es que fuera víctima de un "medio mecánico manual", tales como asfixia. 

A preguntas de los periodistas, Calahorro manifestó que la mujer sigue sin ser identificada, aunque agregó que es extranjera, "parece ser de un país del este". En cualquier caso, señaló que la investigación --en la que ya se ha decretado el secreto de sumario-- sigue su curso, durante el cual están descartando que esta mujer sea alguna de las personas que haya desaparecidas por la zona. 

De hecho, recalcó que están rastreando las personas declaradas en paradero desaparecido en España para ver si pueden corresponder con este cadáver, pero que por el momento se desconoce a qué nacionalidad pertenece con exactitud y cuál es su identidad.  

El cuerpo, que fue descubierto sobre las 10.15 horas del miércoles en el paraje conocido como Cortijo Nuevo, a la altura del kilómetro 23.500 de la A-316, dentro del término municipal de Baeza, fue levantado por orden del juez sobre las 13.25 horas. 

Hasta el momento, pocos detalles más han trascendido más allá de que hasta el lugar de los hechos también se desplazaron una comisión judicial además del médico forense y de agentes de la Guardia Civil, que ya están investigando la aparición del cuerpo de esta mujer, de la que se ha informado de que se trataba de una persona joven, de unos 30 años de edad, aproximadamente.