Andalucía

La luz de la Navidad

  • Música, fiesta, tradiciones y muchas luces en las calles andaluzas para celebrar la llegada de una de las celebraciones que más se viven en cada municipio

Hay fiestas que invitan a conocer de cerca no sólo la cultura y el patrimonio -inmaterial o no-, sino los habitantes de un territorio. Esto ocurre con la Navidad, pocos días señalados en el calendario son capaces de volver a la ilusión y la magia de la infancia cualquiera que sea la edad. Por eso, se canta más, se sale más a la calle y se disfruta de la mejor gastronomía y repostería.

Las calles iluminadas y llenas de colorido y música, como ocurre en Málaga, invitan a mirar hacia arriba y disfrutar del entorno de ciudades y pueblos. Los mercadillos navideños contribuyen a este ambiente, puesto que a los expositores, cabañas o tenderetes con figuritas para el belén, portal, pesebre o nacimiento -según la zona de Andalucía en la que se esté- se unen los productos artesanales e incluso gastronómicos para que los visitantes se lleven un trozo de olor, sabor e incluso tacto de la Navidad de cada uno de los rincones andaluces. También florecen pistas de hielo para patinar o toboganes para trineos en los diferentes centros de pueblos y ciudades.

Por eso, quienes se acerquen a la Feria del Belén o el Mercado de Artesanía, en Sevilla; la plaza de Bib Rambla de Granada, el Paseo del Parque, en Málaga; el Mercadillo de Artesanía de Almería o la Feria de Artesanía en Cádiz lo harán para disfrutar de estas fiestas.

Pero si hay una visita obligada es a los belenes que instituciones, hermandades, municipios o asociaciones de vecinos instalan por toda la geografía. Los hay de todo tipo: hebreos, napolitanos, clásicos, de madera o marmolina, barro e incluso trapo. Los hay que cuentan historias y recuperan en miniaturas estampas de las ciudades en otros tiempos o los que representan en nacimiento de Jesús con juguetes como playmobil o legos.

Ahora bien, nada mejor que el Museo de Belenes recientemente inaugurado en Mollina, en la provincia de Málaga. Está abierto de lunes a domingo y dispone de un horario especial de Navidad desde su apertura hasta el 5 de enero que podrá consultarse en la propia web del Museo www.museodebelenes.com. El Museo de Belenes consta de siete salas expositivas en las que se disponen los más de 60 belenes clasificados en dioramas; cúpulas -diseñadas en exclusiva para este Museo- y belenes monumentales que ocupan salas al completo como el del belenista arcense Antonio Bernal, el del madrileño José Luis Mayo o un belén popular de 25 metros que representa las 8 provincias andaluzas, de Vicente Rodríguez del Puerto de Santa María.

Pero si hay un belén que haga más dulce la Navidad ese es el de Artesanos Galleros en el municipio cordobés de Rute. El horario de apertura es de 10:00 a 13:30 y de 16:00 a 20:00. En su elaboración Galleros Artesanos emplea unos cuatro meses aproximadamente puesto que el belén de chocolate se realiza exprofeso cada año, de forma que cada figura o construcción es nueva, gracias a los siete maestros pasteleros que participan y que dedican ese tiempo a construir artesanalmente el belén sobre la superficie de 52 metros cuadrados. Este año, los 1.500 kilos de chocolate se han utilizado para recrear a los monumentos de España declarados Patrimonio de la Humanidad: las Casas Colgantes de Cuenca, el Alcázar de Toledo, la Catedral de Santiago e incluso el Tajo de Ronda, que aunque aún no ha sido declarado patrimonio de la Unesco.

Hasta el 28 de diciembre, la Hermandad de las Ánimas de Hueneja, en Granada, organiza el Baile de Ánimas. Los danzantes van vestidos con refajos bordados y corpiños y con pantalón en forma de boca de lagarto. Recorren las calles del pueblo tocando por seguidillas y fandangos y pidiendo el aguinaldo.

El baile también está presente en la aldea cordobesa de Fuente Carreteros, donde cada 28 de diciembre se ejecuta el Baile de los Locos. Es una danza pintoresca y de carácter folclórico-religiosa, que se baila cada año en el Día de los Santos Inocentes, desde que se recuperó esta costumbre en el año 1982. Numerosos investigadores han intentado señalar con precisión el primer origen del baile, pero todo son hipótesis: unos piensan que la danza fue traída por los primeros colonos de sus tierras de origen centroeuropeo en el siglo XVIII, más concretamente en 1767, ya que su vestimenta y coreografía pudieran ser de un pueblo del Mediterráneo.

Otros por el contrario, piensan que el baile es autóctono, ya que por aquellos años de la Fundación de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena (1767) se bailaba por estas zonas. Según los ancianos del lugar, el baile representa la matanza organizada por el rey Herodes.

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