2 francos, 40 pesetas. Comedia, España-Suiza, 2014, 100 min. Dirección y guión: Carlos Iglesias. Fotografía: Paco Sánchez Polo. Música: Mario de Benito. Intérpretes: Carlos Iglesias, Javier Gutiérrez, Nieve de Medina, Luisber Santiago, Adrián Expósito, Isabel Blanco.

Ya es casualidad que la secuela de aquella inane Un franco, 14 pesetas se estrene en los días en los que este país parece volver su (corta) memoria hacia la Transición con más épica y nostalgia que otra cosa. Parece que es el signo de los tiempos recordar aquel tiempo desde la confusión y la falsificación del modelo Cuéntame, un modelo al que estas dos películas de Carlos Iglesias se aferran desesperadamente en su vaciado ideológico o político de una época que se quiere vista desde los ojos ingenuos de la clase trabajadora y emigrante, o lo que es lo mismo, desde la mirada condescendiente con ese españolito medio, un poco tonto pero todo corazón, capaz de entender el mundo desde una sensibilidad arraigada en los estereotipos y los tópicos culturales.

Así, este regreso de nuestros protagonistas a la verde y aseada Suiza de mediados de los setenta, pocos meses antes de la muerte de Franco, sólo subraya los más rancios valores patrióticos y los tópicos desde esa cómoda y confortable amnesia que reduce la historia y los conflictos humanos a una plácida caricatura autorizada sobre los anhelos de libertad de los españolitos que, en el fondo, y no tanto, no están en ningún lado mejor que en sus casas.

Ni Iglesias ha sido llamado para la dirección y la narración cinematográficas, ni el tono interpretativo o lo que él entiende por vis cómica en su película tienen hoy ya sentido salvo que se quiera seguir siendo ciego y sordo ante cierto modelo cinematográfico de préstamo televisivo.

Tal y como anda el patio, con medio país riéndole las gracias a los chistes sobre vascos y andaluces, tampoco sería de extrañar que la fórmula aún alimente un poco más la cuenta corriente de sus responsables.