Cine

Paco León: "Para mí dirigir es como hacer unas prácticas pagadas"

  • El sevillano vuelve a la dirección con su tercera comedia, 'Kiki, el amor se hace', una cinta sobre amor y sexo.

El sevillano Paco León, el entrañable Luisma de la serie de Telecinco Aída, vuelve a la dirección con KIKI, el amor se hace, una comedia sobre amor y sexo que le llegó "por encargo" y en la que aspira a seguir experimentando, porque, cuenta, para él dirigir es como hacer "unas prácticas pagadas". "Mi reto es hacer una película con ambición comercial, más formal, sin perder la esencia y mi manera de hacer", explica en una entrevista con EFE León (Sevilla, 1974), que se estrenó detrás de las cámaras con Carmina y revienta (2012), a la que le siguió la secuela, Carmina o amén (2014), dos cintas que también ideó y produjo.

Para el actor, director y productor, con KIKI, el amor se hace se abre una faceta nueva en su tarea como director: llevar a cabo "un encargo", en este caso, proveniente de Vértigo Films y Telecinco Cinema, la compañía de producción de películas del grupo Mediaset. "Al principio, pensaba que el interés que podía tener como director era contar cosas personales, pero me dieron la libertad de apacoleonarlo y hacerlo mío", explica el sevillano, que también forma parte del elenco de la cinta, cuyo rodaje comienza el día 10 en Madrid. "Apacoleando" el encargo mano a mano con el guionista Fernando Pérez, León ha ido imprimiendo su huella a la historia, porque, tal y como indica, sólo sabe hacerlo "a su manera". "Me sorprende que me hagan tanto caso en todo teniendo tan poco recorrido -bromea el realizador-, pero lo agradezco muchísimo, y lo curioso es que tanto a Vértigo como a Telecinco le gustan mis maneras, así que estamos todos contentos".

Y, con esas maneras, León ha moldeado la película, una comedia coral que se organiza en cinco historias de amor y sexo en torno a una parafilia que lleva a las parejas protagonistas a "alcanzar el amor pleno". Un tema, el de las parafilias, nada típico, porque "están tratadas para que se entiendan y para justificarlas" y no como algo extraño lleno de oscuridad y morbo. "Es la parte luminosa de las parafilias, como si fuera las '50 luces de Grey'", expresa el actor, entre risas, sobre las desviaciones sexuales presentes en la película, tales como la dacrifilia (excitación con las lágrimas o el llanto), la somnofilia (en este caso, la excitación proviene al interactuar sexualmente con otro en estado de sueño) o la harpaxofilia (el placer de ser robado), entre otras.

A las parejas de actores -los "parejones" de la cinta- Natalia de Molina y Álex García, Candela Peña y Luis Callejo, y Mari Paz Sayago y Luis Bermejo, se suman otros intérpretes, como el propio León, Belén Cuesta o Alexandra Jiménez, cuyo personaje "va a estar buscando novio y al final lo va a encontrar". "Es una comedia muy coral, donde también son muy importantes la figuración y los actores secundarios, con apariciones estelares como las de Mariola Fuentes, Eduardo Recabarren o Josele Román", añade León.

Con esta cinta, el sevillano pretende ofrecer una comedia "muy directa y muy eficaz en la risa", pero también con "su carácter y su personalidad", y así huir de las fórmulas preestablecidas. "Sigo defendiendo la comedia como un género muy amplio, y no solo para hacer tonterías o para hacer reír, sino también para contar muchísimas cosas y de muchísimas maneras", asevera.

Sobre si habrá tercera parte del díptico que lo catapultó como director, al tiempo que hacía lo mismo con su madre Carmina Barrios como actriz, formado por Carmina o revienta y Carmina o amén, León responde negativamente y aduce que "ese personaje ya está muy bien contado y muy bien cerrado". "Las dos películas se han convertido en el Antiguo y el Nuevo Testamento", bromea.

A pesar de sus 40 años, a León no le faltan trabajos y triunfos. Al rodaje de KIKI, el amor se hace, se le sumará el estreno en enero de 2016 de "Embarazados", una comedia sobre la paternidad que protagoniza junto a Alexandra Jiménez, así como otros proyectos ya en marcha, como la gira de The Hole 2. "Hacer tres películas en cinco años es un buen ritmo, aunque todavía no alcanzo a Woody Allen. No me quejo para nada. Tengo muchas ganas de seguir haciendo cosas y tengo muchas ideas", concluye, de nuevo, mientras ríe.

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