El FC Barcelona, líder de la Liga y con el mejor ataque gracias a sus 37 goles en doce partidos, visita en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán al Sevilla, que presenta la mejor defensa del torneo, con sólo ocho tantos encajados, y que aspira a entrar en puestos de la Liga de Campeones.

El equipo que entrena Pep Guardiola le lleva tres puntos de ventaja al segundo clasificado, el Real Madrid, que juega dos horas antes en Getafe con la posibilidad de igualarse provisionalmente en la tabla, aunque cualquier resultado en Sevilla dejaría virtualmente líder al Barcelona por la gran diferencia de goles.

El Sevilla, por su parte, no quiere ser un invitado de piedra en esta pugna, pues sólo está a dos puntos del Real Madrid y de ganar se quedaría a dos del Barcelona, lo que muestra la importancia del choque para el equipo que entrena Manolo Jiménez.

El otro gran interés del partido lo aglutina la vuelta al Pizjuán del centrocampista malí Seydou Keita, quien jugó la pasada campaña en el conjunto hispalense, y sobre todo la del lateral derecho brasileño Daniel Alves, quien ha alcanzado su gran reconocimiento futbolístico en las seis temporadas que estuvo en el club.

El técnico sevillista cuenta con la importante baja del extremo derecho Jesús Navas, quien debe cumplir sanción por acumulación de amonestaciones, lo que da a Jiménez una serie de variantes tácticas para suplir la ausencia del desequilibrante jugador sevillano.

La lista de convocados la componen diecinueve jugadores, con las novedades de la vuelta del lateral derecho francés Abdoulay Konko y el central también galo Julien Escudé.

El Barcelona, mejor equipo de Europa a tenor de las estadísticas además de líder de la Liga, afronta desde mañana en Sevilla el tramo más decisivo de la competición doméstica con las pilas cargadas y la intención de demostrar que también sabe competir ante rivales de altos vuelos.

Pese a la brillantez de su juego y lo incuestionable de sus resultados, algunos análisis han apuntado la debilidad de los rivales como punto de referencia para calibrar al Barça, algo «injusto» según Guardiola porque «atacan» a su equipo y «menosprecian» a sus rivales.

Por ello, el Barca tiene mañana su primera oportunidad de demostrar que más allá del nombre del rival, está preparado para gobernar los partidos, y confirmar que es el gran candidato al título. No pierde desde la primera jornada, ante el Numancia y se ha dejado siete puntos en el camino de los 36 disputados, los dos últimos, en la última jornada, ante el Getafe (1-1).

Frente al único rival que ha encajado menos goles que el propio Barça (8 el Sevilla, 9 el conjunto azulgrana), Guardiola ha dejado de lado las rotaciones. No descansará ninguno de los teóricos titulares y salvo sorpresa, jugará en Sevilla con su mejor equipo posible.

Puyol ocupará el lateral izquierdo, con Márquez y Piqué en el eje de la zaga. El costado derecho tiene un dueño indiscutible, el ex sevillista Dani Alves, que ya ha prometido no celebrar el gol si marca ante su ex equipo en el estadio donde se formó como jugador de elite.

Regresará Touré al centro del campo, acompañado de Xavi y de Keita o Busquets, la única duda que ofrece el once inicial del Barça, que jugará con sus tres delanteros titulares en plenas condiciones. Eto'o, Henry y especialmente Messi son el mejor argumento ofensivo del líder de la Liga.

El Barcelona ha ganado el 26,5 por ciento de los partidos de Liga que ha disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla, 17 victorias en los 64 encuentros que ha jugado desde la temporada 1934-35. En sus enfrentamientos directos en el estadio Sánchez Pizjuán, el Sevilla ha marcado 107 goles, por 72 del conjunto azulgrana.