Fútbol l Primera División (Jornada 35ª)

El Barça da una lección al Valencia

  • Los pañuelos en el Camp Nou contra Joan Laporta se cambiaron por goles

Todas las contradicciones del fútbol aparecieron en el Camp Nou, escenario de una lección del Barcelona al Valencia el día en que comenzaron a florecer los goles de color azulgrana para desgracia del Valencia, convertido en un despojo, perdido en medio del desierto, incapaz de apelar siquiera a la orgullo para evitar un espantoso ridículo. El Barça rompió una racha de más de 400 minutos sin marcar. Lo hizo cuando su temporada prácticamente se ha cerrado ante un equipo de primera línea obligado a pelear por no caer a Segunda división. Toda la actitud que se le suponía al Valencia la tuvo el Barcelona.

Frente a un rival desubicado y falto de tensión competitiva, el Barcelona recuperó algunos de los elementos que un día le hicieron grande. Sobre todo, el juego coral. El balón circuló con fluidez. De Valdés en adelante, cada jugador cumplió con su papel. Y por encima de todos, la espontaneidad de Messi, principio y final del Barça, único gran referente del equipo azulgrana con permiso de Bojan.

El argentino abrió el marcador y participó en la jugada del segundo gol. Todo antes del minuto 8. El Valencia, sin voz ni voto durante los 90 minutos, bajó la cabeza de mala manera. Después de Messi, le llegó el turno a Henry. Cuestionado, el francés firmó el tercer gol tras una excelente combinación con Eto'o y el cuarto, ya en la reanudación, en una acción de autor. Controló el balón en el vértice del área y lo golpeó suave, una parábola que superó a Hildebrand. Como en los viejos tiempos. Ni lo celebró Henry, síntoma de la resignación en la que vive el Barça. No estuvo a la altura de las circunstancias el Valencia. Exigido por la clasificación, mostró todas las carencias que le han condenado a vivir en un páramo. Se ha convertido en un equipo surrealista y le espera sufrir mucho.

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