Atormentado y dubitativo, el calendario de Liga obliga de nuevo a competir al Barcelona, que recibe al Valencia en un clima de alta tensión, con la atención puesta tanto en el palco como en el césped después de firmar dos temporadas consecutivas sin títulos.

Regresa el Barcelona al Camp Nou en medio de un ambiente enrarecido, con dudas sobre la plantilla, el cuerpo técnico y la directiva; un clima de provisionalidad que se mantendrá inevitablemente hasta el final de la competición liguera.

Descartado de la lucha por la Liga y eliminado de la Champions, el Barcelona vive al día, resignado a pelear por la segunda plaza de la Liga para escapar de la fase previa de la Champions. Es la condena a una temporada decepcionante, cerrada nuevamente sin títulos y que convierte los cuatro últimos partidos en un calvario con más alicientes sociales que deportivos.

Cómo recibirá la grada del Camp Nou al equipo -y cómo le despedirá con el pitido final- será uno de los grandes atractivos del partido, declarado de alto riesgo y con un plus de seguridad en el antepalco para evitar posibles incidentes.

En su penúltima aparición en el Camp Nou, Frank Rijkaard formará un equipo de garantía pese a las ausencias de Touré, Iniesta y Milito por lesión. Thuram podría entrar en el eje de la defensa y Márquez, volver al centro del campo. Henry, Bojan, Messi y Eto'o se disputarán los tres puestos de la delantera.

El Barcelona jugará emparedado entre el Villarreal y el Real Madrid, posible campeón en Pamplona. La segunda posición es el nuevo objetivo de los de Rijkaard, dimitidos en Liga desde hace varias semanas y obligados a reengancharse a última hora para no caer en una fase previa de Champions que trastocaría toda la pretemporada. Un objetivo de mínimos para un equipo concebido con aires de grandeza y reducido a un grupo cuestionado y de incierto futuro.

El Valencia viaja con la intención de puntuar y acercarse un poco más a la permanencia, por lo que tratará de pescar por las revueltas aguas que bajan por el club catalán. Para ello cuenta a su favor con la estadística de los últimos años, ya que no conocen la derrota en el Camp Nou en las seis últimas temporadas. Una de las principales bazas del equipo de Voro será David Villa.