XXXIV COPA DEL REY Gran Final

‘Birreyes’ de España

  • Éxito Unicaja Almería se proclamó en un domingo histórico campeón de la Copa del Rey y de la Superliga junior Sublimes Los almerienses fueron muy superiores a Teruel en los tres set disputados

Tardará mucho tiempo en olvidarse esta fecha: 1 de marzo de 2009. Los libros de historia deportiva almeriense reflejarán que ese día Unicaja Almería acrecentó su reinado en el voleibol español. No sólo logró la séptima Copa del Rey con la que iguala en el palmarés de esta competición al extinto Real Madrid, sino que además el equipo junior se hizo con la I Superliga de esta categoría que se disputa.

Mejor imposible que pensarán algunos. Pues el año sí que puede ser mucho mejor si el equipo muesta el mismo nivel que este fin de semana tanto en la final a cuatro de la Copa CEV como en la recta final de la Superliga. Por lo pronto, toca disfrutar de este séptimo cetro copero, que se une a los cosechados en 1995, 1998, 1999, 2000, 2001 y 2007, que bien merecido se lo tiene la plantilla ahorradora.

Con las estadísticas en la mano, Teruel partía con cierta ventaja en el partido de ayer. Los turolenses le habían ganado este año en Superliga en dos ocasiones a los almerienses, y se enfrentaban a los de Carlos Carreño después de haber vapuleado a Palma por 3-0. Sin embargo, las finales son encuentros diferentes a todos los demás y ahí Unicaja Almería se mueve como pez en el agua. Apoyado por una magnífica afición [lo cierto es que la de Teruel también lo fue], el conjunto ahorrador tiró de la experiencia para dejar la copa en nuestra ciudad.

Los de Óscar Novillo sólo fueron capaces de llevar la iniciativa en los compases iniciales del primer set (4-6). Sin embargo, cuando Barcala y Olteanu cargaron sus brazos, el marcador comenzó a favorecer a los ahorradores (9-6). Los turolenses no bajaron los brazos en ningún momento y llegaron pisándole los talones a Unicaja hasta los puntos finales, cuando una doble desde zona de zagueros de Olteanu y un remate de Gustavo Delgado, que ayer formó parte del sexteto titular y cuajó una gran actuación, pusieron las cosas muy a su favor. Vega falló en la red y le dio el 25-21 a los locales.

Con el viento a favor, Unicaja Almería comenzó el segundo set embalado. Teruel no se encontraba a gusto, porque la defensa almeriense le tenía comida la moral a Anderson (14-11). Un gran saque de Hotulevs y un primer tiempo de esos que le gusta clavar sobre la moqueta a Freddy Cedeño puso el marcador en un favorable 21-16. La inercia positiva llevaba hacia la victoria del segundo juego a los de Carlos Carreño, pero los turolenses sacaron su orgullo y cerca estuvieron de dar el susto. Martins empezó a jugarse pelotazos desde zona tres y equilibró el tanteo (23-23), tras un tiempo muerto solicitado por Carreño.

La tranquilidad con la que afrontaron los almerienses los puntos de desempate del segundo set, fueron la clave de la final. Si Teruel hubiese sido capaz de culminar la remontada, quizás otro gallo hubiera cantado. Pero la experiencia de Hotulevs al rematar un primer tiempo, y el estado inmejorable de Barcala que machacó la zona defensiva visitante, pusieron el marcador en 26-25. El opuesto Anderson, el mejor jugador de su equipo tanto en cuartos como en semifinales, tuvo la responsabilidad de jugarse el siguiente punto, y el tiro le salió por la culata. El brasileño remató buscando la línea, pero unos centímetros separaron el esférico de la zona que quería bombardear. Óscar Novillo y todo el banquillo aragonés protestaron a los árbitros porque entendían que el bloqueo de Unicaja había tocado el balón, pero los colegiados le dieron el punto y el segundo set a los ahorradores (27-25).

Ahí se acabó Teruel. Pese a que nunca hay que vender la piel del oso, Unicaja ya se sabía vencedor y cuando las cosas se hacen con optimismo, tienen que salir bien. “Con ambición, ya veis de lo que son capaces estos jugadores”, dijo un entusiasmado Carlos Carreño en la rueda de prensa. Y es que los almerienses han sufrido mucho esta campaña y por nada del mundo iban a dejar escapar un 2-0, ante una afición que hacía tronar el pabellón con sus cánticos.

Además, el comienzo de la tecera manga de los almerienses fue demoledor. Hotulevs aprovechó dos malas recepciones turolenses para machacar con facilidad, y Delgado seguía haciendo de las suyas con remates muy tocados desde zona cuatro (10-4). Un saque directo de Olteanu, así como una nueva doble desde zagueros del propio jugador, unido a un bloqueo imponente de Cedeño a Anderson, terminaron de levantar de sus asientos a los aficionados (16-8). Howatson hizo el antepenúltimo con un remate de pícaro como colocador, Olteanu el penúltimo con un saque directo, y el rumano sentenció, con otro nuevo cañonazo desde segunda línea (25-12), la final para Su Majestad, Unicaja Almería.

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