Fútbol l Liga BBVA (25ª Jornada)

Guti y Raúl meten presión al Barça

  • El conjunto madrileño se olvidó de 'chorreos' y curó la resaca europea derrotando al Espanyol

Parecía imposible hace sólo tres jornadas, pero anoche los jugadores del Real Madrid, que se impuso en su visita al Espanyol, se acostaron a tan sólo cuatro puntos de líder, el Barcelona, que hoy saltará al Calderón sabiendo que, de protagonizar un nuevo tropiezo, podría poner inesperadamente la Liga en un puño.

El conjunto madrileño se olvidó de chorreos y curó la resaca europea ante el Liverpool con una faena de aliño en Montjuïc, ante un Espanyol que repitió el mismo guión del Camp Nou, pero escrito esta vez con renglones torcidos y salpicado con más de un borrón.

Los de Pochettino empezaron pletóricos y acabaron rotos, fundidos, partidos por la mitad. Todo lo contrario que el Real Madrid, al que le costó más de la cuenta entrar en el partido pero que acabó dando la impresión de que, si dura un poco más, podría haber ampliado la cuenta.

Eufóricos por la machada de hace siete días en casa del eterno rival, los de Pochettino salieron a morder al Madrid desde el primer minuto de juego. Con la defensa adelantada y las líneas bien juntas, el conjunto blanquiazul basó su dominio inicial en su superioridad en el centro del campo, donde contaba con un efectivo más que el rival.

Como sucedió ante el Barcelona, De la Peña campaba a sus anchas para surtir de balones a sus compañeros, con Moisés y Román atentos en la cobertura, y Nené y Luis García ofreciéndose en los extremos.

Gracias a la clarividencia táctica de Raúl, el Real Madrid solventó su inferioridad en el centro del campo y desactivó a De la Peña, lo que a día de hoy es lo mismo que desactivar toda la capacidad ofensiva del Espanyol. En cualquier caso, el dominio inicial de los locales sólo se tradujo en un disparo de Nené desde la frontal que se marchó alto y un cabezazo de Román.

El Espanyol pudo adelantarse a los seis minutos de la reanudación con un disparo seco de De la Peña desde la frontal que Casillas envió a córner, pero el equipo catalán sufriría un bajón físico poco después que le dejaría a merced del Madrid.

El Real Madrid se puso definitivamente al mando y el Espanyol empezó a sufrir. Una falta magistralmente lanzada por Guti acabó con la resistencia blanquiazul al cuarto de hora de la segunda parte y, cinco después, Raúl sentenciaría al culminar de primeras una combinación con Marcelo.

Ahí acabó el partido, porque un Espanyol muy justito de fuerzas ya no creyó en la posibilidad de darle la vuelta.

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