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Heynckes y Zidane, al rescate

Jupp Heynckes, en el entrenamiento del Bayern ayer.

Jupp Heynckes, en el entrenamiento del Bayern ayer. / christian bruna / efe

Llegaron, apagaron un incendio y levantaron el ánimo de su vestuario. La frase sirve tanto para Jupp Heynckes como para Zinedine Zidane. Que Bayern Múnich y Real Madrid sean hoy el foco de atención mundial cuando abran su eliminatoria en el Allianz Arena se debe en gran medida a los dos técnicos. El alemán interrumpió su jubilación en octubre y reflotó al Bayern. El francés, por su parte, se hizo cargo del Real Madrid en enero de 2016 y resucitó al equipo.

Heynckes, de 72 años, y Zidane, de 45, pertenecen a dos generaciones totalmente diferentes. Pero sus métodos son similares: fútbol ofensivo, complicidad con el vestuario y distanciamiento total de cualquier polémica.

"Zidane es un entrenador ejemplar", señaló ayer Heynckes en la antesala del duelo en el Allianz. "Yo era un gran admirador del Zidane jugador y ahora lo soy también del entrenador. Me encanta cómo juega el Real Madrid ahora y lo tranquilo que lo vive él".

Zidane no lleva ni 28 meses al frente del Real Madrid, pero ya ha escrito alguna de las páginas más brillantes de la historia del club blanco. Agarró un vestuario a la deriva tras la salida de Benítez y enderezó el rumbo en tiempo récord. Acabó la temporada ganando la Champions y perdiendo la Liga por un punto.

En su segunda campaña convirtió al Real Madrid en el primer equipo en ganar dos Champions seguidas desde el Milan (1989 y 1990) y además conquistó la Liga. Lo que en un principio parecía un entrenador parche se convirtió en un éxito mayúsculo. Ahora está a tres partidos de ganar una tercera Copa de Europa consecutiva.

Zidane tiene contrato con el Real Madrid hasta 2020, pero siempre que se refirió a su futuro lo hizo con misterio. "Ser entrenador es muchísimo desgaste, seguro, más en el Real Madrid, y siempre llega un momento en el que tiene que haber cambios", señaló en febrero el técnico.

De momento, no le falta el apoyo de sus superiores ni el de la grada. A eso ayuda, y mucho, la condición de ídolo que se granjeó en las cinco temporadas que vistió la camiseta del Real Madrid. Su gol de volea en la final de la Liga de Campeones de 2002 es uno de los más icónicos del club.

Mientras Zidane lleva poco más de dos años entrenando, Heynckes apura sus últimas semanas en los banquillos. Cuando el alemán dirigió su primer partido, en 1979 con el Borussia Mönchengladbach, Zidane tenía apenas 7 años.

Desde entonces entrenó en cuatro periodos diferentes al Bayern y tuvo varias aventuras en España, donde llevó al Real Madrid en 1998 a ganar su séptima Copa de Europa, la primera en más de tres décadas. "El Real Madrid recuperó su identidad internacional con aquel título", recordó ayer el alemán.

Al igual que Zidane, Heynckes tiene en su currículum dos Champions, la de 1998 y la de 2013 con el Bayern. Aquel año ganó el triplete con el club alemán y se despediría para siempre de los banquillos. Eso es lo que él pensaba.

Porque tras cuatro años disfrutando de una jubilación más que merecida, recibió en octubre la llamada del Bayern. El club estaba en apuros, con una fractura casi total entre Carlo Ancelotti, el entrenador, y los pesos pesados.

Heynckes aceptó la propuesta, pero con una condición: esta vez sería ya la última. No habría marcha atrás en esta ocasión, por mucho que los patrones del Bayern, Uli Hoeness y Karl-Heinz Rummenigge, intentaran persuadirlo.

El Bayern no tardó en despegar con Heynckes y ahora está a las puertas de un nuevo triplete. Sería el segundo en la historia del Bayern. El segundo con la firma de Heynckes.

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