Iker Casillas, meta blanco, aprovechó ayer para pedir cautela antes de que se conquiste matemáticamente la Liga y para elogiar la gran defensa de la entidad, que le hace sentirse más cubierto que nunca durante esta temporada.

"Al principio del campeonato los equipos nos hacían ocasiones, teníamos un equipo prácticamente nuevo y no es fácil compenetrar a los jugadores. Jugamos la Supercopa ante el peor rival, un Sevilla muy conjuntado", dijo, considerando que ahora "posiblemente la defensa sea de las mejores del mundo".

"Desde que estoy aquí no he tenido compañeros que cada uno pueda ocupar posiciones diferentes, de central, lateral, como Torres, Heinze y Sergio", añadió.

Casillas, que celebró por todo lo alto el triunfo en Santander, no quiere aún lanzar las campanas al vuelo. "No es que la hayamos ganado, pero hemos dado un paso muy importante. Todo lo que se diga fuera me parece bien, pero los de dentro estamos prudentes y tranquilos, pensando sólo en ganar el domingo y ser campeones lo antes posible", deseó.

Por eso no quiere hablar de pasillo, del morbo y quiere mantener el respeto. "Lo que queremos, después de sufrir tanto el año pasado, es conseguirla cuanto antes y estar luego relajados. Esta temporada es diferente, el ambiente es igual, porque dependemos de nosotros mismos, pero el año pasado no teníamos la misma ventaja", expresó.

El portero cree que "el momento clave de la Liga fue en Huelva", después de varios tropiezos que casi les hicieron perder el liderato. Pero sacamos el partido y logramos volver a abrir la brecha", explicó, asegurando que no está "nada de acuerdo" con los que dicen que esta Liga la ganará el menos malo. "El Real Madrid ha sido líder desde el principio y somos los justos vencedores", sentenció.