El domingo en el Nou Estadi no estará Morcillo. El capitán se perderá frente al filial del Barça su tercer partido este curso por sanción. En dos ocasiones anteriores fue a consecuencia de sendas expulsiones, mientras que esta vez obedece a cumplir ciclo por acumulación de amarillas tras la tarjeta vista ante el Zaragoza.

El problema disciplinario del central valenciano no es nuevo, cada temporada se pierde entre tres y cuatro partidos por ese hándicap. Junto a Owona el pasado viernes formó una pareja solvente en el eje de la zaga que ahora Lucas Alcaraz tendrá que recomponer para su estreno en el banquillo unionista.

Las alternativas disponibles son Joaquín Fernández o Ángel Trujillo. Por lógica el canterano debe ser el elegido, pero como quiera que los entrenadores recién llegados suelen partir de cero sin tener en cuenta los méritos contraídos por unos y otros hasta la fecha, no es descartable que el granadino confíe para la ocasión en Trujillo.

No hay que olvidar que ya hizo debutar en el fútbol profesional al zaguero madrileño en la jornada 29ª del curso 2011-2012, dos antes de ser destituido, en el José Zorrilla de Valladolid. El choque acabó con empate a uno y Trujillo, lastrado por una amarilla desde el minuto 18 por cometer el penalti del tanto pucelano, era sustituido al descanso.

Lucas al poco fue cesado, pero no se olvidó de Trujillo, a quien reclutó para su periplo en el Levante, donde el defensor sufrió un grave problema ocular en un lance de un partido.