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El sevillano José Luis Escañuela, nuevo presidente de la Federación Española de Tenis

  • Con la concesión de la final de la Copa Davis de 2004 como gran éxito al frente de la Federación Andaluza, el abogado sevillano ha obtenido un claro respaldo con 133 votos a favor sobre 178 posibles.

El sevillano José Luis Escañuela Romana, de 44 años, ha sido elegido presidente de la Real Federación Española de Tenis al contar con el respaldo de 133 votos, por los 38 de su contrincante, Joaquín García Ferrer, y tres en blanco (178 en total) durante las elecciones celebradas en un hotel madrileño.

Escañuela, abogado de profesión y actual presidente de la Federación Andaluza de Tenis, sucede en el cargo a Pedro Muñoz, que dirigió este deporte durante los últimos cuatro años.

El sevillano llega a la presidencia con la misión ineludible de pacificar los ánimos, que tan crispados llegaron a estar, por momentos, durante el mandato de su antecesor por su enfrentamiento con los jugadores más destacados de nuestro país.

Escañuela ha tenido siempre una clara vocación pública, que ha ido más allá de su profesión de letrado. No en vano, su nombre ha estado vinculado a la Asociación de Abogados Progresistas de Andalucía, de la que fue presidente durante siete años (1999-2006).

El nuevo máximo dirigente del tenis español presidió el Ateneo Republicano de Andalucía, y gestionó, en primera persona, el regreso a la capital hispalense, a comienzos del año 2000, de los restos mortales de Diego Martínez Barrios, presidente de la II República Española, fallecido en el exilio tras la Guerra Civil.

Escañuela ha estado vinculado al mundo del fútbol -nunca ha escondido sus simpatías por el Betis- y fue vocal de la Federación Andaluza en la temporada 98-99.

Hace nueve años accedió a la presidencia de la Federación Andaluza de Tenis (FAT), lo cual, tras ser reelegido para un nuevo mandato, le ha servido de trampolín para derrotar en las elecciones nacionales a Joaquín García.

Su trayectoria en la FAT, caracterizada por el mismo talante dialogante y reformista que pretende implantar en la Federación Española, ha estado jalonado por hechos como la creación del Centro de Tecnificación Blas Infante, en Sevilla, dotado de instalaciones de primer orden de las que hasta entonces había carecido el tenis andaluz.

Su gran momento como rector del tenis en Andalucía llegó en diciembre de 2004, cuando logró que Sevilla fuera designada sede de la final de la Copa Davis en la que España ganaría su segunda Ensaladera ante Estados Unidos en esa fecha. Aquella designación provocó, de paso, que sus diferencias con Pedro Muñoz fueran cada vez más evidentes hasta culminar en la ruptura.

Muñoz era entonces presidente de la territorial madrileña y aspirante junto a Sevilla a albergar la final. La opinión de los jugadores, que preferían jugar al nivel del mar, prevaleció y la directiva encabezada por Agustí Pujol eligió a la capital hispalense, iniciándose una agria disputa entre la Federación Madrileña y la Española, incluso con acusaciones en el apartado económico que terminaron por provocar la salida de Pujol y el acceso de Muñoz a la presidencia de la Española, donde ha encontrado en Escañuela a uno de sus más firmes opositores.

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