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Juzguen ustedes mismos

  • El debate está en la calle, muchos aficionados consideran que el equipo de Segunda tenía mayor nivel que el de Primera La comparativa entre el once del ascenso y el de Osasuna, una señal

El debate está en la calle y cada vez son más los adeptos de una teoría según la cual el Almería de la campaña pasada en Segunda tenía más nivel que el de la actual en Primera División. Los defensores de esta visión consideran que el equipo se desamortizó deportivamente en los pasados mercados de verano e invierno en lugar de mejorarse.

Dicha tesis deja en mal lugar al área de la secretaría deportiva, que engloba desde el director (Alberto Benito), pasando por todos los escalafones inferiores de ojeadores y encargados de metodología, sin olvidar que quien da siempre su última palabra a la hora de afrontar cualquier contratación o baja es el propio presidente, Alfonso García.

El primer síntoma de esta política se remonta al mismo día de la resaca del ascenso. El 22 de junio de 2013 los unionistas lograban imponerse en el play off al Girona de forma brillante (4-0 en el global de la eliminatoria) y tan solo un día después, el domingo 23, mientras se sucedían las celebraciones y los ofrecimientos al Ayuntamiento y la Patrona, se filtraba que Charles firmaba por el Celta de Vigo.

Entonces se vendió que cuando fue fichado procedente del Córdoba el jugador y el máximo accionista sellaron un pacto de caballeros según el cual si Charles recibía una oferta irresistible en lo económico para jugar en Primera al rondar ya la treintena, lo dejaría marchar sin poner trabas si había contribuido al ascenso.

Charles puso rumbo a Vigo y la afición quedó desolada. Durante el verano de 2013 se produjeron otras altas y bajas (la marcha de Gracia merece capítulo aparte), pero no sería hasta enero cuando iba a producirse otra situación cuando menos discutible, al dejar el club salir a otros dos baluartes, Pellerano y Christian.

El primero bajo la coartada de que cumplía contrato y tenía la ficha más alta del plantel, mientras que el segundo nunca tuvo buen feeling con Francisco pese a su gran temporada en Segunda. Para cubrir su vacante se contrató a Mané y para aligerar peso se envió a Raúl García cedido al Alavés.

Todo ello sin olvidar que por un capricho presidencial Jonathan Zongo estuvo cuatro meses purgando faltas en el filial y que a Francisco no se le trajo el delantero que demandaba en invierno bajo el pretexto de que recuperaba el burkinés. La derrota frente al Osasuna destapa ahora las carencias de una dudosa planificación.

Tomando como base el once alineado por Francisco ante el cuadro pamplonica y el que Javi Gracia empleó en junio del año pasado para refrendar el ascenso, pueden extraerse muchas conclusiones. La primera de ellas, muy evidente, es que media docena de futbolistas repetían en la foto. Se trata de los casos de Esteban, Trujillo, Verza, Corona, Aleix Vidal y Soriano. Del resto, tres no acreditaban experiencia anterior al máximo nivel, casos de Rafita, Suso u Óscar Díaz.

En la comparativa entre uno y otro once la balanza estaría muy equilibrada, pero en algunos casos podría inclinarse en favor del conjunto de Segunda, lo que acredita que el enorme salto de nivel que va de una a otra categoría no se ha cubierto del mejor modo.

Bajo palos sigue Esteban, que a sus 38 años, como los buenos caldos, ha mejorado exponencialmente su nivel respecto al del año pasado. Las dudas arrancan en defensa. Trujillo está intratable, si bien Silva no mejora a Pellerano, con el inconveniente añadido de los flancos. Rafita viene siendo titular en Primera cuando era suplente de Gunino en Segunda, mientras que Mané no aporta el potencial aéreo que tenía Christian Fernández.

En la media poco que objetar, salvo que Verza, Corona y Soriano son un año más veteranos, aunque en general no han acusado jugar en un escalafón superior. En las bandas Aleix alterna grandes partidos con otros en los que le cuesta aparecer, mientra que en el cotejo entre Iago Falque y Suso habrá quien prefiera al gallego (en las filas del Rayo) y otros que opten por el gaditano. Menos complicado a estas alturas resulta esgrimir que ni Rodri ni Óscar Díaz han cumplido con las expectativas para suplir a Charles, que sumó la friolera de 32 tantos en Segunda y con el Celta va por ocho. Juzguen ustedes mismos...

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