Eugenio Llera, técnico del Deportes Blanes BS Hoteles Almería, habló ayer acerca del partido que el conjunto almeriense disputará el sábado ante el CB Illescas Urban, un rival difícil de batir. El equipo blanista viajará a tierras toledanas tras encajar cuatro derrotas consecutivas y Llera, al margen de alabar las virtudes de su rival, afronta el duelo como una nueva prueba y con el objetivo de recuperar la confianza de sus jugadores.

"Es un partido en una pista muy complicada, ante uno de los equipos que aún sigue luchando por la primera plaza. Quizás sea uno de las plantillas más potentes de la liga y con los refuerzos que hicieron al final de la primera vuelta creo que es uno de los equipos más competitivos. Se trata de una pista donde la presión del público se nota bastante. Para nosotros supone un nuevo test para saber cuál es nuestro estado actual, para seguir creciendo pensando en el objetivo de llegar al final de liga en las mejores condiciones".

El técnico granadino quiso dejar claro que el equipo nunca ha arrojado la toalla: "Estamos compitiendo, llegando a los finales ajustados. Ahora nos está faltando un poco de fuelle para rematar los partidos. Esos partidos que antes, en los finales los podíamos ganar, ahora nos está faltando el acierto en esos momentos para llevárnoslos".

La predisposición de los jugadores parece la más idónea: "La plantilla está con ganas de salir de la mala racha y demostrar que somos un equipo capaz de ganarle a cualquiera, un equipo que compite en todas las pistas, que es difícil de batir y las derrotas nos tienen que servir para aprender y reforzarnos como equipo".

Roberto Rueda, base del equipo rojillo, cree que los últimos resultados no van a empañar una campaña notable: "Ni mucho menos es un fracaso el no ascender. El objetivo de este primer año era la permanencia. Lo que pasa es que las cosas han ido muy bien y se han ido marcando nuevos objetivos como el de entrar en los play-off, ya conseguido".