Keymare almería | jd arrate · la crónica

Nadar para morir ahogado en la orilla

  • Triunfo estéril Keymare, con un gran Francis Miras, superaron desde el principio al Arrate Impotencia Las sorprendentes victorias de Algeciras y Teka ante Ciudad Real y Ademar León condenan a los almerienses a la División de Honor B

El Keymare Almería no pudo obrar el milagro de la permanencia y acabó descendiendo en la última jornada de la Liga ASOBAL a pesar de ganar con solvencia su partido ante el Arrate. El club presidido por Antonio Miras había llegado a este último acto dependiendo de otros resultados para salvar la categoría y estos resultados no acompañaron, todo lo contrario, a pesar de que, sobre el papel, debían hacerlo.

Keymare Almería se jugaba en 60 minutos, en 3 escenarios distintos, su continuidad en la Liga ASOBAL. Por este motivo, tan importante era lo que sucediera sobre el parqué del Florido, como lo que aconteciera en dos puntos tan dispares de la geografía española como son Algeciras, donde los locales recibían el Campeón de Europa Ciudad Real, y León, donde el conjunto local esperaba al histórico TEKA Cantabria, el otro implicado en el descenso.

Keymare empieza a dominar los tiempos del partido desde el principio. Los actos protocolarios organizados para despedir al gran capitán, Francis Miras, que ayer se retiró, así como el minuto de silencio por el último asesinato de ETA, hacían que el partido en Almería fuera el último en comenzar de los tres que había con equipos de la zona baja.

El cuadro almeriense sale muy enchufado al encuentro. Francis Miras, David Tavares, Petric y Nikcevic iban a hacer que los almerienses se pusieran con un 5 a 1 clarificador. El conjunto vasco, visiblemente desbordado por los naranja, intentaba acercarse en el marcador, pero Miras en la portería evitaba todas las opciones visitantes, mientras que los atacantes locales se mostraban muy acertados.

De hecho, Nikcevic iba a poner la máxima diferencia del primer tiempo con un 12 a 6 que daba tranquilidad al equipo y parroquia locales pero, para ese momento, ambos estaban más pendientes de lo que sucedía en las otras canchas. Las noticias no podían ser más preocupantes. El Ademar ganaba de tres goles al TEKA, pero el Algeciras iba cinco goles arriba ante el gran Ciudad Real de Dujshebaev, ese que este año lo ha ganado todo y que parecía un equipo de División de Honor B ante un Algeciras que todo el año había estado abajo.

A pesar de todo, equipo y afición tratan de mantener la concentración en su partido. Con un Francis Miras soberbio y un gran Nikcevic, el cuadro almeriense se marcha a los vestuarios con 13 a 8, pero consciente de que, aunque se están haciendo los deberes, puede que no sea suficiente. Porque Ademar sí hacía lo esperado en León (ganar a TEKA), pero el Ciudad Real no, y el Algeciras soñaba con la permanencia.

Al regreso de la caseta, Iker Serrano devuelve los seis goles de diferencia (14-8), aunque el visitante Kobin, el mejor de los suyos con 9 tantos, se resistía a rendirse y, acompañado por su compañero Arroyo mantenía al cuadro vasco a una distancia de 4 o 5 goles. Pero Keymare aprieta los dientes, gracias a las magníficas intervenciones de Miras en la puerta y de Nikcevic y Serrano en ataque, y logra ponerse con la máxima diferencia del encuentro, siete goles (21-14). Una renta que mantendría durante varios minutos y que sólo disminuyó cuando el conjunto naranja empezó a ser consciente de que su triunfo no iba a servir de nada, ya que el Algeciras no bajaba su renta de cinco goles sobre los manchegos y, por si fuera poco, el TEKA acortaba distancias.

En este punto, con el partido de Almería controlado, el Keymare se estaba jugando la salvación en otro sitio. Ya poco importaba lo que sucediera en el Florido. Las miras de todos, ávidos de recibir buenas noticias, estaban en Algeciras y León, pero esas buenas noticias no llegaron.

En primer lugar, porque el Algeciras confirmó su sorprendente triunfo ante el Ciudad Real, ese equipo que el pasado domingo se proclamó campeón de Europa imponiéndose por 6 goles en la cancha del Kiel alemán y que ayer fue incapaz de superar a un Algeciras que ha estado todo el año en la zona baja, con graves problemas económicos y que, al final, ha descendido a División de Honor B. Ciudad Real no pudo con Algeciras y ya las cuentas eran más complicadas.

Porque las opciones de Keymare de permanencia pasaban porque Ademar y TEKA empataran. Con triple empate, el Keymare se salvaba. Sin embargo, el conjunto cántabro, tras ser sancionado el Ademar con una falta en ataque con 30 segundos para el final, metía un gol casi en el último suspiro para salvar la categoría y mandar al pozo a Algeciras y Keymare Almería. Con el final del partido llegaron la desolación y las lágrimas, sobre todo de un Francis Miras que, a pesar de su gran partido, no pudo despedirse con la permanencia. Una pena.

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