Como el destino es así de caprichoso, Javi Gracia regresa al Estadio de los Juegos Mediterráneos diez meses después de su último partido como rojiblanco con la intención de no regresar a la categoría de la que sacó a la Unión Deportivo. Pero es que el Almería está en la misma situación: para que el proyecto que empezó la temporada pasada el míster pamplonica no se vaya al garete, hay que poner a Osasuna camino de la división de plata al filo de la medianoche de hoy.

El matrimonio Unión Deportiva Almería-Javi Gracia fue fructífero, aunque su llegada y su salida no fueron soñadas precisamente. Alfonso García quería un hombre joven, con ambición y ganas de comerse el futuro para intentar la temporada pasada regresar a Primera. En un primer momento se fijó en Zubeldía, un técnico argentino que no cumplía los requisitos que exige la Federación Española y tuvo que marcharse dejando su puesto a Gracia. Aunque nunca terminó de conectar con la afición por su carácter un tanto distante, el navarro logró subir a Primera en la fase de ascenso. Aquí llegó otro de los problemas que terminó por costarle la marcha: Javi Gracia no estaba conforme con el proyecto que le presentó el presidente rojiblanco para jugar en la máxima categoría, se desvinculó dejando paso al técnico del filial, Francisco, y cogió a Osasuna cuando echaron a Mendilibar en la primera vuelta.

A siete jornadas para que acabe la temporada, Francisco y Javi Gracia, Almería y Osasuna, se juegan el futuro. Curioso. Presente y pasado en busca de un futuro que no les depare regresar a Segunda División. Buena parte de ello, por no decir todo, pasa por ganar el partido de esta noche en el Mediterráneo: quien se haga con los puntos, no sólo dará un paso de gigante en busca de los 40 o 42 puntos necesarios para estar tranquilos, sino que también dejará muy tocado a un rival directo y prácticamente hundido con el Betis.

Las semejanzas en ambos equipos son grandes, entre otras cosas porque tanto el técnico almeriense como el pamplonica tratan de desarrollar un fútbol muy parecido. Almería y Osasuna se están desangrando por la defensa, les está costando mucho no regalar goles y en estos partidos la ansiedad es la peor de las consejeras. Quizás parta con cierta ventaja el cuadro rojiblanco, puesto que si bien fuera de casa es un auténtico desastre, el Mediterráneo les está permitiendo seguir con opciones de mantenerse pese a todos los problemas que están tenido para tener cierta regularidad de resultados.

Para esta nueva final que les toca vivir en casa a los aficionados rojiblancos en un horario criminal, Francisco no podrá contar con Torsiglieri, sancionado, Hans Martínez, que no se ha recuperado de su lesión, ni con Dubarbier. Por contra, recupera a un hombre tan importante como es Verza, clave también en el Almería de Gracia, a quien el equipo echó mucho de menos en Pucela el pasado domingo. La única duda es saber si el técnico almeriense le dará la oportunidad a Marcelo Silva en el eje de la defensa o, por contra, retrasará al propio Verza y pondrá a Azeez en el centro del campo. El resto del equipo, salvo sorpresa táctica, será el mismo de las últimas jornadas.

Por su parte Osasuna, que en la siguiente jornada recibe en Pamplona al Valladolid, cayó a los puestos de descenso el pasado domingo, después de catorce jornadas, a pesar de lograr un empate contra la Real Sociedad que cortó una racha de cinco derrotas consecutivas. Los rojillos acuden a Almería con las bajas de Emiliano Armenteros, Jordan Loties, Sisinio González y Manuel Ortiz Lolo. El entrenador pamplonica, que vuelve al banquillo tras cumplir dos partidos de sanción, está obligado a introducir dos novedades, ya que debe suplir a Loties y Armenteros, titulares en la última jornada, con Miguel Flaño y Miguel De las Cuevas como principales candidatos.