ud almería

Punto de inflexión hace una vuelta

  • Fran Fernández rectificó la mala racha que llevaba Ramis, algo peor que la que acumula Lucas Alcaraz

Fran Fernández, que subió al primer equipo sólo para este partido, aconseja a sus jugadores ante el Zaragoza.

Fran Fernández, que subió al primer equipo sólo para este partido, aconseja a sus jugadores ante el Zaragoza. / javier alonso

En la misma tesitura que el pasado 17 de noviembre se encuentra la Unión Deportiva Almería. Las mismas dudas, la misma mala racha y el mismo hastío de una afición que ve cada día más cerca el precipicio de la Segunda División B. Argumentos que inspiren confianza apenas si hay, queda algún que otro clavo ardiendo al que no queda más remedio que agarrarse, aunque el peligro de acabar quemado es evidente.

Primero: el Almería sabe sacar la cabeza en estas rectas finales de campeonato. Lo ha hecho en tres de las últimas cuatro temporadas, pero en una cayó y descendió. Segundo: Lucas Alcaraz es un superviviente nato. Pocos entrenadores habrá con más experiencia que el granadino para estas ocasiones y el club se encomendó a él para ello. Sin embargo, no termina de encontrar el camino adecuado para que el equipo encuentre regularidad. Y tercero: el Almería fue capaz de reaccionar en la primera vuelta justo a partir de esta jornada. Aunque como todo tiene un pero, sus rivales directos no estaban tan envalentonados como andan en estos momentos Córdoba o Cultural Leonesa.

Entonces, ¿hay motivos reales para ser optimistas de cara a las siete últimas jornadas? Viendo las escasez de recursos futbolísticos que tiene el equipo y que Alcaraz se la tiene que jugar con futbolistas que no han aportado absolutamente nada ni esta temporada ni la pasada, la respuesta es no. Pero también es cierto que con fe y confianza, todo se puede lograr. Si no que se lo pregunten a Fran Fernández, que hace exactamente una vuelta se tuvo que comer por segunda vez el marrón de coger a un equipo en coma y consiguió reanimarlo. Y el club se lo pagó bajándolo de nuevo al filial y no dándole la oportunidad de demostrar su habilidad en el banquillo.

Jornada 15, el Almería marcha tercero por la cola, a tres puntos de salir del descenso, y Fran Fernández se sienta en el banquillo de forma interina mientras el club busca un sustituto a Luis Miguel Ramis, que sólo había logrado 12 puntos hasta el momento [dos menos que en esta segunda vuelta]. El Zaragoza, dubitativo y sin un patrón de juego, nada que ver con el actual, visita el Mediterráneo. Fernández consigue motivar a sus jugadores, el equipo nada tiene que ver con el de Ramis y logra una contundente victoria por 3-0, que cargaría de moral a los rojiblancos. Ese triunfo fue un punto de inflexión, el equipo reaccionó cuando más difícil lo tenía y la afición, ilusa, llegó a creerse que era posible pasar una temporada sin sufrir. Hubo quien incluso veía tiempo suficiente para pelear por los puestos de arriba de la tabla.

Tras esta victoria, Lucas Alcaraz se hizo cargo del banquillo rojiblanco con una visita al Mini Estadi para empezar, que acabaría con 1-1. A partir de ahí, el equipo mejoró mucho sus números, logró 13 puntos en las últimas siete jornadas, lo que hoy por hoy serviría para lograr la salvación de la categoría. Se ganaron partidos tan importantes como al Tenerife, Córdoba o Lugo, mientras que se perdió de forma justa en Alcorcón e injusta en Los Cármenes de Granada. De repetir esto, los rojiblancos lograrían su objetivo, que ahora mismo está, más o menos, posiblemente a tres victorias.

El trabajo más complicado lo hizo Fran Fernández, igual que la pasada temporada cuando sustituyó a Fernando Soriano para ganar en Lugo y empatar ante el Huesca. El técnico almeriense, que tiene al filial en promoción de ascenso a Segunda División B y está a la espera de lo que haga el primer equipo para la disputa con garantías de la misma, cambió la mentalidad de un equipo que se había hundido en la misma fase del campeonato que en la actualidad.

Hace seis meses, como ahora, el Almería ni atacaba ni defendía, se encontraba en un impás de juego que lo convertían en un equipo fácil, cómodo y estéril para cualquier rival. Fernández no revolucionó el once, tan sólo lo dotó de consistencia defensiva y el ataque se basó en los contragolpes. Los delanteros, por entonces, tenían el mismo gol que ahora, es decir, ninguno. Ahora, Lucas debe de hacer lo mismo que Fran, el granadino siempre ha destacado por sus buenos planteamientos tácticos, algo que mediada la segunda vuelta le están fallando.

Parece complicado que los rojiblancos sean capaces de sumar en La Romareda, por lo que habrá que estar atentos a los rivales directos. Eso sí, cualquier punto conseguido mañana sería de oro.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios