javier fernández. patinador artístico

“Quiero sacarme la espina de Sochi, me quedé a las puertas del metal”

  • El madrileño, principal candidato español a una medalla olímpica, confía en que la experiencia ganada en estos años lo ayude a subirse al podio. "La suerte nunca está de más", asegura

El patinador Javier Fernández posa en la Villa Olímpica coreana.

El patinador Javier Fernández posa en la Villa Olímpica coreana. / VALDRIN XHEMAJ / efe

Javier Fernández, doble campeón mundial y que el mes pasado ganó su sexto título europeo de patinaje artístico, parte como la teórica y principal baza española en los Juegos de Pyeongchang, adonde llegó la noche del lunes procedente de Toronto (Canadá) tras un vuelo de unas 14 horas.

El talentoso patinador afrontó su primer entrenamiento en el Ice Arena de la citada localidad surcoreana, donde el sábado buscará la gloria olímpica.

–Ha llegado la hora de la verdad. Y dice su compañera de selección Sara Hurtado que la va a hacer llorar cuando gane el oro. –(Ríe) Aún hay que lograrlo. Es una competición dura y los contrincantes también van a estar luchando por el podio. Primero hay que conseguirlo. Hasta entonces, no podremos cantar victoria. Esperemos tener una gran competición y, ojalá, poder hacer felices a muchas personas, sobre todo a mí mismo.

–¿Cómo han sido sus últimas jornadas de entrenamientos, antes de viajar a Corea? –De poco descanso. Hemos estado entrenando muy intensamente. Nos hemos centrado en seguir haciendo el trabajo que íbamos haciendo hasta ahora, de la forma más constante posible. Llevamos muchos años de entrenamiento, de competición. Y lo único que hemos intentado hacer es mantener las cosas normales; porque aunque esta competición sea muy importante para mí, queremos normalidad para que sea una buena competición en la que no tengamos ninguna presión y en la que me pueda sentir libre y a gusto para hacer unos buenos programas.

–Si le digo que a usted ya no le hace falta suerte, sino que le hace falta justicia, ¿está de acuerdo con esta afirmación? –(Ríe) Hombre, hará falta un poco de ambas cosas. Tenemos la espinita clavada de los pasados Juegos Olímpicos en Sochi. Y queremos hacer que esa espina se vaya. Pero la suerte nunca está de más. Tendremos que tener buenos días y ver cómo está el resto de los patinadores. Y que no me arrebaten esa medalla o ese podio tan importante.

–Así que se puede decir que viene a buscar en Corea lo que el destino le quitó en Sochi, ¿no? –Sí. Digamos que sí. La espina está clavada, porque me quedé a las puertas del podio. Esperemos que en estos Juegos no nos pase lo mismo. Tengo mucha más experiencia. He ganado dos Campeonatos del Mundo, he ganado cinco Campeonatos de Europa... no, seis, perdón. Y esperemos que la experiencia que tengo ahora también me ayude a conseguir esa medalla.

–¿Sus principales rivales serán (su compañero de pista de entrenamientos y de entrenador, el canadiense Brian Orser) el japonés Yuzuru Hanyu y el estadounidense Nathan Chen? ¿O hay más? –Cada competición es diferente, pero es cierto que Yuzuru sigue siendo el rival más directo, porque sigue siendo el patinador más fuerte y más consistente en todas sus competiciones. Aunque, como digo, en cada competición puede pasar de todo. Nathan es un patinador muy, muy fuerte, y también tenemos que tenerlo presente. Pero luego también está (otro japonés) Shoma Uno, quien también ha hecho buenas competiciones. Está (el canadiense) Patrick Chan... hay muchísimos patinadores. Es que si te pones a pensar, pueden tener opciones al podio casi diez.

–Dicen los que lo conocen bien a usted que es un perfeccionista machacón. ¿Llega al mil por cien a los Juegos? –(Ríe) Sí, por supuesto que venimos al mil por cien. Y con muchas ganas. Y eso es muy importante.

–Comparte técnico y pista con su principal rival (Hanyu). Aunque lo lleve haciendo ya unos cuantos años, ¿cómo lo lleva? ¿No es complicado, al menos a ratos? –Por supuesto que es complicado a ratos. Pero crear un ambiente competitivo en una pista de hielo no tiene que estar reñido con la amistad o el compañerismo. Aunque entrenes con tu mayor rival, es importante, pues nos mantiene a todos vivos; de querer ser mejor que el otro en cada entrenamiento. Creo que es el mejor modo de mejorar día tras día.

–Vamos, que se siguen empujando mutuamente. –Sí. Luego los entrenamientos pueden ser más fáciles o más difíciles. Y a veces hay situaciones de tensión de las que son conscientes los entrenadores. Y si en algún momento tienen que llevarse a un patinador a entrenar a otro sitio, lo hacen. Ellos son los que nos conocen mejor que nadie. Pero es cierto que en el día a día, en general, nos ayudamos el uno al otro a presionarnos cada día en los entrenamientos.

–Va a estar bien arropado aquí en Corea, ¿no? Tengo entendido que viene su familia. –Sí. Va a poder juntarse toda la gente a la que quiero. También estará uno de mis grandes amigos, Jorge Serradilla, que también es mi agente en España. Poder estar con ellos es algo que te general felicidad. Y la felicidad también te ayuda a competir.

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