UD Almería-Atlético Osasuna

Reciben el tiro de 'Gracia' (1-2)

  • Osasuna aprovecha el desbarajuste defensivo local para asestar un golpe de efecto Solo Suso y Soriano pusieron la actitud e necesaria.

Si pensaban que peor que contra Rayo o Valladolid era imposible, el Almería rizó anoche el rizo en una primera mitad de juzgado de guardia, falta de actitud (solo Suso puso un poquito de amor propio) y sin un solo disparo a puerta en un equipo que teóricamente se jugaba el descenso ante un rival directo como Osasuna.

Inexplicablmente, y pese a las reiteradas alusiones a lo largo de la semana a que se trataba de una auténtica final, el equipo de Francisco saltó al terreno de juego sin pizca de intensidad, como si con ellos no fuera la cosa. Ante tal panorama, el cuadro pamplonica fue creciéndose conforme avanzaban los minutos y se veía cómodo en el campo, tocando de costado a costado y gustándose.

Las primeras aproximaciones visitantes al área de Esteban, sin excesivo peligro, sirvieron para dejar patente que Trujillo sufre más en el perfil izquierdo, donde tuvo que jugar obligado por la sanción de Torsiglieri, y que a Silva la falta de ritmo (solo disputó 45 minutos en el Vicente Calderón en la ida) podía pasarle factura.

Dicho y hecho. Viendo Osasuna que el Almería era un cadáver que vagaba por el césped como alma en pena, se dispuso a asestarle la puñalada mortal, pero no se conformó con una, sino que llegaron dos sin solución de continuidad.

La primera arrancó con un cambio de orientación de Roberto Torres a la banda contraria sobre la llegada del lateral Marc Bertrán, que cedía atrás al primer toque para Cejudo quien, a la altura del punto de penalti, asistía a Oriol Riera (al que Mané habilitaba la posición al quedarse descolgado) para que rematase a placer.

Jarro de agua fría a los veinte minutos y a pensar en la remontada como ante Real Sociedad y Valencia. Pero la bofetada fue doble, y es que rebasada la media hora de juego una falta lateral botada por Roberto Torres iba a suponer el 0-2.

Verza despejó defectuosamente el balón en primera instancia en un globo bastante alto que al caer del cielo ganó Arribas en el salto con Silva (apenas opuso resistencia) para batir a Esteban y ampliar la renta. A la primera mitad le restaba un cuarto de hora, pero ni atisbo de reacción por parte local.

Mucha gente escribe en su estado de 'whatsapp' "si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" (por lo visto lo dijo Einstein). El axioma podría aplicárselo Francisco, quien pese al descalabro del primer acto, no movió el banquillo al descanso. En cualquier caso, y viendo el percal, si el técnico almeriense logra salvar a este equipo, merece que tallen su figura en bronce a las puertas del Mediterráneo.

Con todo, y más que nada porque peor que mal ya es rematadamente imposible, el Almería espabiló algo en la segunda mitad, entre otras cosas porque Osasuna tampoco iba a ir a tumba abierta en busca del tercero.

Los minutos parecían esfumarse en segundos y el Almería no tiraba de épica; al contrario, apenas se refugiaba en la calidad de Suso, quien a los 55 minutos realizó el primer disparo con auténtico peligro, desviado con problemas por Andrés Fernández.

El partido iba a girar a falta de un cuarto de hora, cuando del 0-3 en las botas de Lobato se pasó al 1-2 al cazar Soriano en el punto de penalti un rechace de la zaga osasunista. Ese tanto espoleó por fin a los unionistas, que buscaron el empate por medio del maño, que en el 78 enviaba un cabezazo rozando el poste.

Fue un espejismo. La remontada no se pudo completar y la cosa acabó incluso peor con la expulsión de Rafita en el descuento. Gracia, que se marchó dolido, pudo darle en su regreso el 'tiro de gracia' al equipo que ascendió.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios