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Retirarse en lo mas alto, casi imposible

  • Bolt se va con bronce y lesión en su última carrera

Usain Bolt, desolado tras terminar su carrera con una lesión.

Usain Bolt, desolado tras terminar su carrera con una lesión. / alberto estévez / efe

La imagen de Usain Bolt destartalado, hundido en la pista del Estadio Olímpico de Londres, derrotado por el paso del tiempo y por su propio cuerpo, refleja que retirarse en lo más alto, es un hito prácticamente inalcanzable.

La lesión del jamaicano en su última carrera, el relevo 4x100, fue un epílogo triste para el hombre más veloz del planeta. El atleta caribeño llegó muy justo de fuerzas a los Mundiales y la carrera del 100 ya lo bajó de los cielos. Fue bronce con un tiempo de 9,95 segundos, muy lejos de aquellos 9,58 con los que asombró al mundo en Berlín 2009.

Con un bronce y una lesión Bolt se unió a la larga lista de leyendas del deporte que no lograron estirar su dominio hasta el final. Ni Mohamed Ali, ni Pelé, ni Maradona, ni Jordan, ni Nicklaus, ni Schumacher, ni Armstrong acabaron su carrera siendo los reyes en sus disciplinas. Algunos, incluso, acabaron hundidos. Sólo el nadador Michael Phelps puso punto y final desde lo más alto con sus cinco oros en los Juegos de Río. No obstante, el de Baltimore conoció las cloacas del deporte justo antes de su primera retirada.

Todos tenían escrito un guión diferente para el final de Bolt, que acumula 11 títulos mundiales y otras ocho medallas olímpicas de oro. Bolt firmó en 2013 un contrato con su firma deportiva hasta los Juegos de Río 2016. Diez millones de dólares por temporada más otros diez en caso de correr en los Mundiales de Londres. Compitiera o no por presiones, lo cierto es que Bolt no consiguió cerrar el círculo. Se retiró entre flashes, pero tumbado en el suelo, víctima de una lesión en los isquiotibiales.

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