El Sevilla defenderá en la vuelta de los cuartos de final de la Copa su renta del 1-2 logrado la semana pasada en el Wanda Metropolitano, ante un Atlético que acude al encuentro sin su delantero más en forma, el hispanobrasileño Diego Costa, lesionado ante el Girona.

Desde que acabó el pasado martes el partido de ida, con un resultado que ni el más optimista de los sevillistas esperaba debido a la crisis deportiva que tenía deprimido al equipo, la prudencia y el respeto están en el discurso del conjunto hispalense, pues se considera que el cuadro que entrena el argentino Diego Simeone es de los más competitivos que existe en la actualidad.

Pese a ello, esa victoria de peso reactivó al Sevilla, que de la mano del italiano Vincenzo Montella sí había cumplido en la Copa con la eliminación del Cádiz pero que había defraudado en sus dos primeras citas de liga, una muy dolorosa ante el Betis (3-5) y la otra en Vitoria frente al Alavés (1-0). Montella repitió este sábado en Barcelona ante el Espanyol el mismo once titular que ganó en el estadio colchonero días antes y la mejoría se confirmó con un rotundo 0-3 que rompió una racha de cinco jornadas sin ganar en LaLiga Santander -cuatro derrotas y un empate- y que además supuso también sumar el triunfo mil del Sevilla en Primera División, algo que resistía.

El buen rendimiento de ese equipo, con el argentino Éver Banega como líder, la recuperación de su compatriota Franco Vázquez y la vuelta al protagonismo del francés Steven Nzonzi, hace prever que el martes siga como titular, aunque la acumulación de minutos debido a estar inmerso en dos competiciones podría traducirse en alguna rotación. Ahí estaría la posibilidad de dar entrada en la delantera al goleador del equipo, el francotunecino Ben Yedder, en el lugar de Muriel.