El sorteo de grupos en Ciudad del Cabo dará hoy (17:25) la definitiva luz verde al Mundial 2010, el primero que se disputará en el continente más pobre de la Tierra.

Desde el negro intenso del presidente Jacob Zuma al rubio claro de la actriz Charlize Theron, Sudáfrica ofrecerá al mundo su primera gran presentación, un mensaje de que el país está preparado y deseoso de albergar el torneo futbolístico más importante del planeta. En un show de una hora y media con genuino sabor africano, la FIFA definirá mediante el azar el itinerario de su campeonato estrella. Treinta y dos equipos nacionales serán divididos en ocho grupos de cuatro. El único equipo que sabe ya dónde y cuándo jugará es el anfitrión. Sólo le falta conocer los rivales.

El resto de cabezas de serie -Brasil, Argentina, España, Holanda, Inglaterra, Alemania e Italia- ocuparán el lugar 1 en sus grupos, pero éstos les serán asignados del B al H por el azar. Sólo entonces sabrán dónde y cuándo disputarán sus partidos. El resto de selecciones están integradas en otros tres bombos y de cada uno de ellos debe haber un miembro por grupo. La FIFA impuso como prerrogativa que no coincidan equipos de la misma confederación, con la excepción de los europeos. Francia y Portugal son las dos grandes potencias que quedaron fuera del grupo de preclasificados. Ambas fueron integradas junto al resto de selecciones europeas -Dinamarca, Grecia, Serbia, Eslovaquia, Eslovenia y Suiza- en el cuarto pelotón. El segundo lo ocuparán México, Australia, Japón, Corea del Norte, Corea del Sur, Honduras, Estados Unidos y Nueva Zelanda. Y el tercero incluirá a Argelia, Camerún, Costa de Marfil, Nigeria, Chile, Paraguay y Uruguay.

De esta forma, la mano inocente de Theron, que conducirá el show junto al secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, podría deparar un grupo en el que Francia coincida con Camerún, México y Brasil. O Portugal podría caer en otro junto a Costa de Marfil, Estados Unidos y Argentina.

Más de 3.000 personas asistirán en vivo al espectáculo preparado sobre 950 metros cuadrados de escenario en el Centro Internacional de Convenciones. No faltarán símbolos como Makhaya Ntini, el primer jugador de críquet negro; el capitán de la selección surafricana de rugby, John Smit, o el único jugador blanco del equipo nacional de fútbol, Matthew Booth. Nelson Mandela, de 91 años, verá la ceremonia por televisión, pero entre los invitados estarán el ex presidente Frederik de Klerk y el obispo Desmond Tutu, que como el legendario líder de la liberación negra recibieron el premio Nobel de la Paz.

Los discursos de salutación a los cerca de 200 millones de espectadores que se espera que sigan el show televisado a 200 países estarán a cargo del presidente Zuma y Blatter. Desde las tribunas, la mayor parte de los 32 seleccionadores recibirán con alegría o frustración los nombres que vayan saliendo de las bolas. Pero será la mayor parte, porque no todos son bienvenidos.

Diego Maradona, que se negó a atender las invitaciones de la FIFA cuando no tenía un cargo oficial, está ahora proscrito. Fue sancionado hasta el 15 de enero por los insultos que el ex futbolista dirigió a la prensa tras asegurar la clasificación a Argentina, que será representada hoy por Carlos Bilardo.

No faltará el ubicuo David Beckham, al que nadie imagina profiriendo un "que la chupen" a la prensa como hizo el campeón mundial de México 86. El inglés, que busca en Suráfrica su cuarto Mundial, ya demostró sus dotes de diplomático al llegar a Ciudad del Cabo, donde aseguró sentirse "honrado" de estar en "un país que merece la Copa del Mundo".

Faltan algo más de seis meses para que el 11 de junio arranque el primer Mundial africano, el decimonoveno de la historia. El torneo durará un mes justo, pero los preparativos llevan años en marcha.