El sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones, realizado en Nyon, dejó como protagonistas los dos grandes duelos que habrá entre italianos e ingleses y la amabilidad de los cruces con los equipos españoles.

El Inter-Chelsea y el Milan-Manchester United acaparan la atención de la fase, con regresos de alto interés como el del portugués José Mourinho a Stamford Bridge y el del británico David Beckham, jugador del Milan desde enero, a Old Trafford. "Desde que me fui (del United) en 2003, no volví a jugar en Old Trafford. Siete años pasaron y me gustaría que sucediera. Yo contra el Manchester, eso estaría bien, ¿no?", dijo Beckham antes del sorteo. Finalmente, su deseo se cumplió.

En cuatro enfrentamientos por el certamen, nunca el United pudo superar a los milaneses. La última vez fue en las semifinales de 2006-2007. "Espero que en esta ocasión lo logremos", dijo Phil Townsend, portavoz del club inglés, que precisó que a Beckham "le espera una fantástica acogida". "Esperamos que juegue", agregó. Según Ron Gourlay, director de finanzas y operaciones del Chelsea, también la habrá en Londres para Mourinho. "Los fans recibirán a José con seguridad de forma fantástica, pero al final es nuestro rival y queremos avanzar de ronda".

La cara del embajador interista, el portugués Luis Figo, fue esclarecedora de que el Chelsea, con el ex milanista Carlo Ancelotti en el banco, es un choque no deseado. Sin embargo, luego se mostró optimista: "Tenemos la calidad para vencer".

En cambio, Txiqui Beguiristain, director técnico del Barcelona, no hizo gesto de satisfacción alguno al salir la bolilla del Stuttgart, aunque puede sentirse afortunado. "Indudablemente no somos nosotros los grandes favoritos. Barcelona está entre los mejores equipos del mundo. Estaba clarísimo que nos iba a tocar uno de los grandes", se resignó Horst Held, director deportivo del Stuttgart, un equipo que está peleando por no descender en Alemania y que perdió con los azulgrana en la primera ronda de 2007-2008.

La historia reciente dice que al Real Madrid le tocó un rival incómodo como el Olympique de Lyon, a quien no pudo marcar en dos visitas a su estadio. Pero los franceses están lejos de aquel equipo que amargó a los merengues en la fase de grupos de las ediciones 2005-2006 y 2006-2007. "Estamos conformes con el sorteo", se sinceró el chileno Manuel Pellegrini. A pesar de la conformidad, el técnico cree que "lo más importante es el momento en el que lleguen los equipos a finales de febrero e inicios de marzo". Los franceses no se mostraron muy contentos. Jean-Michel Aulas, presidente lionés, afirmó: "Es un sorteo duro para nosotros. Sabemos de la calidad de su equipo, cuan fuertes son y ellos saben que jugarán en casa si llegan a la final. Ese va a ser un factor de motivación para ellos".

El Sevilla se medirá ante el CSKA de Moscú, que estará en febrero de pretemporada. "Hay que ser respetuosos con cualquiera, pero prefiero al CSKA antes que al Inter", se sinceró Manolo Jiménez, entrenador sevillista.

Olympiacos-Girondins, Bayern Múnich-Fiorentina y Porto-Arsenal completan los octavos de final, que se jugarán en ocho días y no en cuatro como sucedía hasta este año. Los encuentros de ida se distribuirán entre el 16, 17, 23 y 24 de febrero, mientras que los de vuelta se disputarán entre el 9, 10, 16, 17 de marzo. Se programarán dos partidos por día. Stuttgart, Olympiacos, Inter, Bayern Múnich, CSKA de Moscú, Olympique de Lyon, Porto y Milan serán locales en el primer encuentro. La final de la Liga de Campeones se jugará el 22 de mayo en el estadio Santiago Bernabéu, en Madrid.