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Valladolid, termómetro de la crisis madridista

  • El conjunto pucelano medirá la mala racha de juego y de resultados que está protagonizando el equipo de Schuster

El Real Valladolid será el termómetro que medirá la gravedad de la crisis que protagoniza el Real Madrid, eliminado de Copa del Rey por el Real Unión de Segunda división B y que llega a Zorrilla dispuesto a mejorar la imagen como primer paso para devolver la tranquilidad a todos los estamentos del club.

El Real Valladolid recibe al Real Madrid con la necesidad de puntuar y de dar una buena imagen tras la goleada encajada en el Camp Nou (6-0) ya que, además, el equipo vallisoletano corre el riesgo de caer a puestos de descenso si no puntúa ante los madridistas.

El equipo de Mendilibar quiere "oficiar" de Real Unión y aprovechar las debilidades del Real Madrid, su asimetría y su falta de consistencia defensiva y para ello el técnico vasco cuenta con todos sus jugadores disponibles.

Si Bernd Schuster, técnico madridista, tiene problemas para formar el equipo titular que jugará en Valladolid, Mendilibar no tiene que estar pendiente de la evolución de ningún lesionado porque la enfermería vallisoletana está vacía.

Para Mendilibar ni la eliminación blanca de Copa, ni las bajas con las que cuenta Schuster son suficientes argumentos como para pensar que los madrileños no son favoritos. Precisamente en la previa del partido, el entrenador ha sellado con el Real Valladolid su renovación por un año más. El jueves, el centrocampista Álvaro Rubio firmó también su vinculación por dos temporadas más, así que la continuidad y la tranquilidad en la capital del Pisuerga contrastan con la semana convulsa que se ha vivido en el Real Madrid.

Ha estado plagada de reuniones y conversaciones en busca de solventar errores y encontrar soluciones inmediatas. Tras la debacle copera del martes, el miércoles el presidente Ramón Calderón comió con Schuster y un día después la plantilla se reunió dos horas con el cuerpo técnico, en una jornada que acabó con el encuentro del capitán, Raúl González, con su presidente y director deportivo, Pedja Mijatovic en el estadio Santiago Bernabéu.

Schuster no corre peligro. A no ser que sufra una goleada vergonzosa y que la imagen del equipo sea muy negativa, la directiva blanca mantiene su confianza en el técnico alemán.

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