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Los cambios y el gran cambio

  • Ramis supo corregir a tiempo algunas variantes tácticas que mejoraron al equipo después de una muy floja primera parte

  • Cuando Pozo se situó entre líneas, se jugó a lo que él quiso

Pervis, uno de los tres jugador que entraron en la segunda parte, roba un balón a Carmona.

Pervis, uno de los tres jugador que entraron en la segunda parte, roba un balón a Carmona. / javier alonso

Cuando las sustituciones funcionan, son el mejor revulsivo que puede tener un equipo para esos minutos en las que las fuerzas de los titulares empiezan a flaquear. Igualmente, los cambios tácticos a lo largo de un partido suelen descolocar a los rivales que tienen bien interiorizado y estudiado los mecanismos habituales de juego. Uno de los principales problemas que tenía el Almería de Fernando Soriano es que se volvía tedioso al pecar de inmovilismo.

Con Ramis las cosas son diferentes. Puede salirle mejor o peor la apuesta, pero siempre busca algo diferente. Nada tiene que ver el equipo de la noche del viernes con el que ganó en Tarragona, ni con el que perdió en Soria. También tenía tintes muy diferentes al que sufrió ante Lorca y Osasuna. Y es que los rojiblancos a lo largo de los 90 minutos fueron de menos a más, cambiando para superar a un rival que estaba siendo mejor en la primera parte.

Magníficas las jugadas del segundo y tercer gol, con la aportación de los tres cambios

El traje de los tres mediocentros no termina de quedarle bien al Almería. Por lo menos, no le queda bien con Fidel a la derecha, Pozo a la izquierda y Alcaraz y Tino Costa tan adelantados. Al onubense le cuesta un mundo jugar a pierna cambiada, mientras que Pozo pierde todas sus cualidades ofensivas en cuanto se aleja tanto del área. Además, a los rojiblancos les pillan fácilmente entre líneas al no tener dos mediocentros paralelos. Ramis se dio cuenta de ello y cambió tácticamente al equipo, que en la segunda parte estuvo más firme y defendió con contraataques.

A ello también contribuyó la buena aportación de los tres que entraron de refresco. Pervis destrozó al filial sevillista, al percutir una y otra vez por la autovía que se encontró por la izquierda, algo que Pozo no podía hacer porque la velocidad no es el fuerte de un jugador técnico. Caballero aguantó los balones de forma fantástica y surtió bien a la segunda línea, capitaneada ya por el malagueña. Gracias a ello, llegaron el segundo y el tercer gol, con magníficas jugadas de tiralíneas. Finalmente Nauzet tuvo también unos minutos y aunque le falta todavía bastante ritmo de competición, sí es cierto que va a ser un jugador importante cuando el Almería tenga huecos para jugar, puesto que tiene mucha calidad y gran visión de juego. El pase a Pozo en el 3-0 que redondeó el partido es exquisito.

Al igual que Ramis ganó con esta apuesta, habrá fin de semana que pierda. El Almería fue capaz de mantener la puerta a cero en el partido en el que más ocasiones le crearon porque el Sevilla Atlético fue un equipo sin puntería y nada de definición. A los rojiblancos todavía les queda mucho que trabajar para conseguir la consistencia necesaria en el apartado defensivo.

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