-Empecemos por el principio, ¿qué tal su vuelta tras un trimestre en Almería?

-El tiempo que estuve aquí en mi primera etapa me sentí como en casa porque la tengo más cerca y me arropaba mi gente. Viví una experiencia inolvidable como futbolista y persona y eso no se olvida.

-¿Cuatro puntos en los tres partidos de la semana es buena renta?

-Estoy de acuerdo en que todos hubiéramos firmado los 4 puntos, pero quizá de otra forma, perder con la Real y ganar en Valladolid, porque se vería diferente. Seguimos dependiendo de nostros mismos y la salvación pasa por los partidos de casa para sacar la situación adelante.

-¿Cree que en Valladolid acusaron el cansancio acumulado en las remontadas ante Real Sociedad y Valencia?

-Se dio la casualidad de que fue igual que la Real, de un gol a favor a otro en contra. El equipo tiene que colocarse antes porque pienso que el gol vino de una falta de colocación en un contragolpe. Debemos estar más concentrados en el partido y olvidarnos de las decisiones arbitrales.

-¿Cómo vieron en el campo el fuera de juego en el gol de Óscar Díaz?

-En directo lo primero que hice fue mirar al línea y siguió corriendo. Hasta que remató Óscar Díaz no levantó el banderín y luego el árbitro andaba preguntando si el pase lo había dado un rival o venía de un compañero del Almería.

-¿Y la expulsión de Torsiglieri?

-Le dije al árbitro que la segunda amarilla era rigurosa y me respondió que era clarísima.

-¿Dónde cree que radicaba el problema defensivo?

-Javi Guerra se metía entre líneas como mediapunta y estaba muy suelto. Eso nos creaba superioridad numérica y nos costó pararlo. Esteban estuvo muy bien y con todo y eso tuvimos ocasiones, la más clara la de Aleix Vidal. Cuando expulsaron a Marco fuimos a tumba abierta.

-Ningún partido ganado fuera de casa en la segunda vuelta, ¿usted cambiaría el sistema?

-Mi opinión personal es que fuera de casa soy más partidario de amarrar un poquito. Es una cosa para tener en cuenta, la permanencia está claro que está en casa, pero fuera hay que ganar para no sufrir tanto. Es algo que tenemos que corregir lo antes posible porque queda muy poco y no hay margen.

-¿Cómo ha visto a la afición cinco años después?

-La he visto más madura, ha aprendido de todos estos años en Primera y lo que habla por la calle la gente no se lo toma tan a pecho como antes porque es consciente de las dificultades este año para mantener la categoría.

-¿La experiencia es un grado?

-Siempre es un punto a favor, sobre todo en estos momentos que empiezan el nerviosismo. Sirve para tranquilizar a los compañeros y leer los tiempos del partido, claro ejemplo de ello es Esteban.