La dimensión que Rubén Alcaraz está cobrando en el juego de la UD Almería ha pasado de testimonial en la era Ramis (llegó incluso a perder la titularidad) a decisiva desde que el técnico catalán fuese destituido. Festejó su relevo en el banquillo con la confianza renovada otorgada por Fran Fernández y un doblete al Zaragoza que le servía para presentar sus credenciales como goleador rojiblanco.

Aquel 17 de noviembre Lucas Alcaraz tomó buena nota de lo que veía desde el palco y desde esa fecha hasta el pasado domingo en el feudo del filial sevillista el centrocampista barcelonés ha materializado siete dianas que le han reportado al equipo la friolera de media docena de puntos, decisivos para distanciarse de la zona de descenso.

Sin su aportación goleadora, la UD Almería apenas sumaría 25 puntos y ocuparía el cuarto puesto por la cola. De hecho, el único tanto que no le ha reportado algo positivo en la tabla fue el logrado en el Nuevo Los Cármenes frente al Granada, en su estreno realizador con Lucas al mando de las operaciones.

Luego anotaría un gol que valía su peso en oro porque tumbaba al Lugo de Francisco y también sería decisivo en Lorca marcando el tanto del empate. En la Ciudad Deportiva hispalense volvió a sentar cátedra con otras dos muescas que refrendan su sello de calidad: una con un gran control de diestra e impecable definición de zurda y otra alojando un libre indirecto en la escuadra.

Su golpeo a media y larga distancia es demoledor (ante el Zaragoza marcó desde el centro del campo) y su llegada desde segunda línea genera la zozobra en las defensas rivales. Eso, sin olvidar su faceta defensiva como mediocentro completo que es, catapultándose con 203 robos como el mejor recuperador de la Liga 1|2|3 en la actualidad, igualado con Eguaras (Zaragoza, 203) y por delante de Garrido (Cádiz, 191), Laure (Alcorcón, 190) y Aitor Sanz (Tenerife, 186).

Todo ello aderezado con la vitola de ser el pichichi del equipo con esos siete tantos que lo avalan (el 27% del total de los 26 goles que ha producido la UDA). No es de extrañar, por tanto, que su exhibición en Sevilla lo convirtiera ayer en tendencia en redes sociales.

En su cesión al titular del Estadio de los Juegos Mediterráneos Rubén Alcaraz se está destapando como un centrocampista total y la lástima es precisamente esa, que llegase a préstamo y no en propiedad como sí hiciera su compañero René. A buen seguro que en Girona se están frotando las manos con sus actuaciones. La afición almeriense lo disfrutará hasta junio.