La mejora de la Unión Deportiva Almería de las últimas jornadas se ha basado en la fortaleza mostrada por los rojiblancos en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Desde que se marchara Ramis, cero derrotas en casa con Fran Fernández y Lucas Alcaraz. Otra cosa es cuando el equipo actúa como visitante. Aunque ha estado bien en líneas generales, excepto en Alcorcón, de momento no le ha dado para sumar de tres, como hiciera en la primera jornada liguera.

Desde que venciera en Tarragona, los almerienses nos han vuelto a lograr una victoria foránea. De momento, con los partidos de casa les da a los rojiblancos para tener una distancia de seguridad con respecto al Barcelona B, equipo que marca el descenso. Sin embargo, tal y como se están reforzando los rivales y la nula intención de Alfonso García de hacer lo propio, es fundamental conquistar ahora el mayor número de puntos posibles para cuando las fuerzas empiecen a flaquear.

El de esta tarde no es un escenario propicio para reencontrarse con el triunfo ni el Oviedo es un equipo cómodo. De hecho, podría ser la horma del zapato rojiblanco, puesto que Anquela es un perro viejo, como Alcaraz. El jiennense, además, tiene un idilio con el Almería, pues le ha ido de maravilla en los enfrentamientos de pasadas temporadas. Será un choque de manuales, en el que se llevará el gato al agua quien tenga los fallos menos grotescos.

Si el fútbol de ambos es parecida, la situación en cuanto a ausencias también. Por parte local, las bajas por sanción de Forlín, Christian y Mossa condicionan la defensa de un Oviedo que lleva siete jornadas invicto. La llamada a la prudencia es clara por parte de Anquela pese a que los números avalan el buen momento un equipo que estuvo a punto de dar la sorpresa tanto en El Alcoraz como en Vallecas y que lleva dos meses sin conocer la derrota, desde que usa la defensa de cinco.

Deportivamente, las cosas marchan en el Oviedo mejor que en el Almería, que está sufriendo sangre, sudor y lágrimas para sacar resultados con todos los problemas de lesiones y sanciones que ha padecido. La expedición almeriense viajó ayer con dos nuevos integrantes con respecto a los que se enfrentaron al Nástic: Motta y Caballero. De esta manera, Alcaraz va a tener algo más donde elegir después de algunas semanas en las que tenía auténticos apuros hasta para hacer el once. A priori, con Motta en el lateral, el resto de jugadores serán los mismos que el pasado domingo, por lo que el míster espera plantear un encuentro de mucho trabajo en el centro del campo y tratar de sorprender en alguna contra o a balón parado a un candidato al ascenso de categoría.