piragüismo

Un dragón, un guaje y una almeriense

  • David y María del Mar forman parte del 'Asturias Dragon Boat', el mejor equipo español

  • Entrenan en aguas mediterráneas hora y media diaria

María del Mar y David, en las aguas del Club de Mar con su 'Outrigger OC2'.

María del Mar y David, en las aguas del Club de Mar con su 'Outrigger OC2'. / rafael gonzález

Asturiano él, almeriense ella; polideportivo él, polideportiva ella, instructor de montaña él, maestra de Educación Infantil ella; David él, María del Mar. El singular se convierte en plural cuando se meten dentro del dragon boat, la enorme embarcación adornada con una cabeza de dragón en la proa y una cola del mismo animal en la popa. A la hora de palear, ellos lo hacen de forma acompasada al resto de sus compañeros, aunque entrenen a cientos de kilómetros de distancia.

¿Cómo un asturiano y una almeriense practican un deporte de origen asiático? El amor dio el primer paso, puesto que son marido y mujer y él se vino a Huécija, donde viven. El amor al deporte dio el segundo, a David le encanta la piragüa, un deporte de gran calado en Asturias, y se lo transmitió a María del Mar, cuyo gen competitivo demostró en balonmano, vela, mountain bike...

El Asturias Dragon Boat les abrió las puertas la temporada pasada y la recompensa a su afán no ha tardado en llegar: dos oros, una plata y un bronce en el Campeonato Intercontinental de Torrevieja, donde compitieron en las dos modalidades: doce y veintidós palistas. "Es un deporte de equipo, aquí no sobresale ningún nombre. Lo gana todo el barco", explica David, mientras que María del Mar destaca el gran papel que tienen las féminas: "Es una de las cosas que más me gustan de este deporte, las embarcaciones son mixtas siempre que haya un número mínimo de mujeres. Para mí ha sido un orgullo estar en tan buena compañía".

Ambos destacan el gran trato y la amabilidad que les brindan, aunque saben tienen que ponerse las pilas para no quedarse fuera del dragon boat. Por ello, tienen un plan de entrenamiento del equipo que siguen a rajatabla, gracias en buena medida a las facilidades brindadas por el Club de Mar y otras empresas almerienses del sector. A diario, una hora y media por la bahía o, lo que es lo mismo, largos de doce o catorce kilómetros entre el Cable Inglés y la bocana del río Andarax. Cuando no, trabajo de tecnificación, gimnasio y algo de bicicleta.

"Sólo trabajando de forma metódica porque estar acompasados con el resto del equipo", reconoce David mientras echa al agua su Outrigger OC2, la embarcación con la que entrenan y que simula de forma lo más parecida posible el trabajo que se realiza sobre la piragüa con cabeza y cola de dragón: "El de atrás siempre tiene más fuerza y lleva el rumbo de la embarcación, por lo que ahí se coloca David, mientras que yo me pongo delante y me encargo de llevar el ritmo", explica María del Mar mientras se coloca en su posición y menean con suavidad sus remos sobre las cristalinas y tranquilas aguas almerienses.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios