Deportes

Y encima piden

  • Comienzan los llamamientos de cada año a la afición

  • La Federación de Peñas solicita una reunión al club

Todavía le quemaba la sangre a la afición después de una nueva derrota rojiblanca, con la correspondiente mala imagen, cuando Alfonso García y algunos de sus jugadores comenzaron a mendigar el apoyo de la grada de cara al próximo encuentro frente al Barcelona B. Como si el Almería estuviera en la situación en la que está por falta de apoyo en cada encuentro.

Siempre que llegan estas fechas, cuando el equipo está con el agua al cuello, llegan las tradicionales medidas populistas que posiblemente sirva para meter un par de centenares más en el Mediterráneo, pero lo que realmente consigue es irritar más si cabe a una masa social que está que trina con jugadores, cuerpo técnico, secretaria y con su presidente. De hecho, en una encuentas lanzada en el Twitter de este periódico en la tarde del pasado sábado se apuntaba directamente al máximo dirigente como el principal culpable, por la falta de inversión en los fichajes y por la pérdida continua de prestigio futbolístico de la institución.

Cómo de complicado verá el panorama Alfonso que por vez primera habla de irse

Si bien esto antes sólo lo opinaban los hinchas más viscerales, en esta ocasión hasta la Federación de Peñas, siempre más afín al club que un abonado de la calle, ha solicitado una reunión de urgencia para ver si sirve para que los jugadores espabilen. Así lo informaron en las redes sociales: "La Federación de Peñas de la Unión Deportiva Almería acuerda solicitar una reunión urgente al club para mostrar su preocupación ante la grave situación que está atravesando el equipo, tras la cual no descarta iniciar algún tipo de movilización buscando lo mejor para nuestra UD Almería".

Está claro que el deseo del club y de la afición es el mismo, victoria ante el Barcelona B para enderezar la senda hacia la salvación, pero en esta ocasión han decidido escoger diferentes caminos: mientras el Almería llama a la gente evitando la autocrítica, la afición considera que es el momento de que se escuchen sus críticas y de que el club amorre la cabeza si quiere contar con su apoyo en los seis partidos que quedan.

Por primera vez en los más de quince años que lleva, el presidente ve que la situación se le está yendo de las manos y lanza el globo sonda de que si él es el problema, se irá. Lo único cierto es que, pese a todo, la afición sí que responderá de forma satisfactoria, algo que no hace el equipo.

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