Numancia-almería | la crónica

Un equipo vulgar en Los Pajaritos (2-0)

  • El Almería se transforma en un equipo del montón sin Saveljich. Cae en la relajación en cuanto baja el pistón. Solo el Numancia pareció jugarse la vida. Dos regalos defensivos en los goles del cuadro soriano. Faltó actitud

Enrique Urquijo cantó que se volvía vulgar al bajarse de cada escenario; al Almería le ocurre en cuanto cae en la relajación y baja el pistón de la entrega física. La actitud ayer en Los Pajaritos no fue la adecuada para un equipo que, no lo olvidemos, sigue jugándose la vida en cada partido por más que acumulase diez jornadas sin perder y hubiera sumado por primera vez en el curso dos victorias consecutivas. Es una evidencia palmaria que a la mínima de cambio le pintan la cara si desciende su intensidad.

Y por qué no decirlo, se echó en falta a Saveljich: su liderazgo en defensa y sus centímetros en los balones aéreos. Su presencia quizá no hubiera evitado el 2-0 en un error de bulto en la marca de Fran Vélez, que deja cabecear a placer a Álex Alegría, porque la jornada pasada Guarrotxena hizo lo propio con el argentino, pero se notó la baja de un efectivo primordial en una zaga que Gorosito tenía perfectamente engrasada.

No se sintió cómodo en la primera mitad el Almería sobre el césped de Los Pajaritos. Sin fuidez en el juego ni la acostumbrada penetración de los carrileros por las bandas, ni tan siquiera control de balón en la medular, a lo que añadió el cargarse pronto de tarjetas amarillas, cuatro al descanso y tres en la línea defensiva (Michel, Morcillo y Dubarbier), con lo que ello condiciona a la hora de encimar al contrario.

En la misma medida que el Almería se empequeñecía, el Numancia iba creciéndose dando el primer aviso con un zurdado lejano de Íñigo Pérez que se marchaba desviado del arco defendido por Casto. Los de Arrasate probaban la bisoñez del rival y a los veinte minutos daban la primera estocada en una acción para hacérsela mirar, ya que los rojiblancos permitieron que el lateral Medina se colara hasta la cocina (José Ángel y Dubarbier quedaron retratados en la foto al alimón) y sacara un zurdazo al palo largo lejos del alcance del guardameta extremeño.

A esas alturas de la fiesta el Numancia era el único dispuesto a certificar su permanencia en la división de plata doblegando a un Almería al que además de distanciarse en la tabla, le endosa el gol average en contra tras el empate a uno del Mediterráneo.

La reacción almeriense ni se vio ni se atisbó. La única tentativa por restablecer las tablas fue un cabezazo de Fran Vélez al fondo de la red anulado por el asistente al estar el central catalán en clara posición de fuera de juego. Era el minuto 33 y hasta el descanso no hubo mayor hostilidad por parte unionista, impotente para remontar.

El 1-0 fue un mal menor a la hora de enfilar el camino a los vestuarios, donde era de esperar que Néstor Gorosito tomara las riendas y arbitrase algún remedio. Ni rastro en la reanudación de la mano del técnico, inmóvil en las sustituciones cuando la pésima primera mitad demandaba algún cambio de cromos o retoque táctico.

El peligroso sesteo del primer acto continuó en el arranque del segundo con la lógica consecuencia de que el Numancia ampliaba diferencias en el marcador a las primeras de cambio. Fue en una falta magistralmente botada por el exrojiblanco Julio Álvarez al corazón del área en busca de Álex Alegría, quien le ganó la partida a su marcador, Fran Vélez, para cabecear el balón al fondo de la red ante un Casto que hizo la estatua por temor a salir en falso.

Con la losa encima el Almería tiró de orgullo y ofreció su mejor versión, que no le alcanzó para recortar distancias pese a un buen disparo de Ramírez en el 55' tras una salida a por uvas del meta Munir que no encontró por poco portería.

El paso atrás dado por el cuadro numantino, unido a la necesidad de reaccionar de los almerienses, motivó que estos se volcaran en ataque con las evidentes lagunas defensivas que favorecieron el contragolpe local y casi le cuestan un serio disgusto.

Así Casto tuvo que tirarse a los pies de Concha para arrebatarle un balón con marchamo de gol y poco después era Michel quien se cruzaba en el camino de un disparo envenenado de Luis Valcarce que buscaba puerta.

Hasta el minuto 63 Gorosito no movió ficha en el banquillo, dando entrada a Kalu Uche en sustitución de Morcillo para prevenir la posible expulsión del central y exponer más aún en ataque, pero tampoco fue el día del nigeriano, bastante desapercibido durante el tiempo que estuvo en el campo.

Viendo que el gol no llegaba el Pipo tocó a rebato tirando de Soriano y Chuli por Ramírez y Quique, pero tampoco surtió el efecto esperado y el Numancia supo nadar guardando la ropa.

El paso atrás vuelve a dejar con la soga al cuello a los rojiblancos a la espera de que acontezca esta tarde en el duelo que mide a la Ponferradina, que marca el descenso, con el Zaragoza en El Toralín. La victoria del Huesca ayer en su feudo ante la Llagostera (3-1) permite a los aragoneses ponerse por delante, mientras que el empate del Mallorca ante el Alavés (0-0) lo iguala con el Almería a 40 puntos. Todo se constriñe más a falta de seis jornadas para el final.  

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