Luis Lucas Alcaraz González · Entrenador de la UDA

"Si yo fuera el problema, en 24 horas se arregla"

  • Lucas Alcaraz  da la cara en el momento más difícil de 

Alcaraz, en el estadio almeriense

Alcaraz, en el estadio almeriense / Javier Alonso

-¿Cómo se atrevió a meterse en este `carajal'?

-Esperaba menos dificultades, no iniciales, pero sí poder recomponer al equipo con una idea de más continuidad que hasta ahora no está siendo posible. El fútbol tiene muchos contingentes que no son controlables y ahora lo que hay que hacer es solucionar la situación. Sabía que era un reto exigente, pero las variables no me han acompañado ni mínimamente. ­

-Tras cuatro años en esta situación, ¿el problema es más estructural que coyuntural? ­

-Las cosas hay que analizarlas con la máxima racionalidad. O hay cosas que se tienen que hacer mejor o es la situación real. Lo mismo para lo que damos es para lo que estamos peleando o lo mismo hay que analizar para hacer mejor las cosas y que te ayuden a progresar en tu zona de la clasificación.

-Son ocho entrenadores en tres temporadas en Segunda, el problema no parece emanar del banquillo... ­

-Sin intención de eludir ningún tipo de responsabilidad, creo que este año es tan atípico que no se pueden sacar muchas conclusiones. Se sacan al final de la temporada, aunque sin que suene a excusa, el tema lesiones tampoco nos ha ayudado a estar por lo mela temporada para hablar en clave de permanencia y analizar su trayectoria Opina de la crisis del club, la posible venta, el estilo de juego o su anterior destitución nos un poco más arriba en la tabla. Es cierto que la situación merece un análisis más profundo que coyuntural, de si la culpa es de uno u otro entrenador. ­

-720 partidos entre Primera, Segunda y Segunda B, ¿cómo se sobrevive 29 años en una profesión de hoja caduca?

-Hay que añadir también cuatro temporadas en Tercera División, cuando yo empecé esa categoría era profesional. Es una profesión que independientemente de su caducidad o la perentoriedad de los entrenadores, te marca mucho la forma de vivir. Son traslados, exámenes diarios y públicos cada siete días... Influye mucho tu capacidad para seguir manteniendo la pasión por la profesión y la familia, tu mujer y la gente que te rodea, porque es todo muy inestable, tanto el ánimo como la situación de dónde vives. ­

-Lleva 8 campañas en Segunda y 10 en Primera, sin embargo son 303 partidos en categoría de plata y 274 en la máxima, ¿tan difícil que es mantenerse en la cima?

 -­Sí, aparte de que en Primera las temporadas son más cortas, en Segunda, salvo la temporada del Almería, siempre las he completado íntegras y me ha ido bien. He tenido dos ascensos [Recreativo y Murcia] y dos casi ascensos. Los dos años en Córdoba la exigencia era salvarse y se logró, incluso un año logramos la mejor clasificación de los últimos 30 años, quedando décimos. Me ha ido bien siempre en Segunda y eso te da la capacidad de cumplir más partidos. En Primera siempre he peleado en retos muy complicados y siempre es difícil completar una etapa íntegra. ­

-¿Ha digerido que Alfonso García lo destituyera teniendo al equipo en play off de ascenso? ­

-Cuando se desciende de Primera, normalmente el equipo mantiene buenos jugadores, pero no están acostumbrados a competir en Segunda y vienen de una mala dinámica de resultados, son equipos que han perdido el hábito de competir los partidos. Me ha pasado en dos sitios, en el Murcia, que sin estar recién descendido era parecido por entidad y presupuesto, y aquí. Hay muchos equipos que se equivocan porque quieren jugar bien para ganar. Hay que empezar ganando y como tienes calidad, terminar jugando bien. Empezamos jugando de forma muy práctica, intentando cerrar los resultados lo máximo y el cliché que me sigue o el análisis de mi equipo está un poco sesgado por eso. Ese año hubo un momento que el equipo jugó muy bien. Me cesan en una mala racha de cuatro empates [y dos derrotas previas, seis sin ganar], pero veníamos de otra buena de seis victorias [fueron nueve partidos sin perder añadiendo tres empates]. En la situación del recién descendido a Segunda los primeros resultados son importantes. 

-39 puntos, los mismos que el curso pasado a estas alturas, pero en el entorno se respira más tranquilidad, ¿es porque lo ven como hombre-milagro? ­

La tranquilidad nunca está de más porque te ayuda a tomar las decisiones y trabajar con más serenidad. Así tienes más posibilidades de acertar. Muchas veces tratamos de razonar por qué se ha jugado así o por qué ha jugado este y el fútbol tiene un componente de juego, que no de azar. Si tenemos serenidad y suerte en las lesiones seguramente nos saldrán las cosas.

-No haber bajado nunca a Segunda B parece una garantía... ­

-Por suerte solo en los años de Córdoba, sobre todo el segundo, al quedarse sin dueño el club, seis meses sin cobrar, en preconcurso... y nos sobraron dos jornadas. Esperemos conseguirlo aquí también y trabajamos con mucha ilusión para ello. A ver si se dan las circunstancias, yo creo que sí. ­

-Son siete jornadas seguidas sin ganar, ¿esa racha en el tramo decisivo puede generar dudas en el vestuario?

­Es normal, pero el Barça B ha tenido la misma racha o el Huesca. En Segunda hay muchos momentos de ese tipo en los que surgen la duda. Decir que no es eludir una realidad palpable. Hay que saber gestionarla y tener la credibilidad suficiente para que el equipo crea en las cosas que hace. ­

-¿Genera incertidumbre la posible reacción del presidente?

Si supiera que el problema soy yo, en 24 horas lo arreglamos. Mi ilusión es que por los empleados del club, afición y jugadores el tema salga adelante. No me genera incertidumbre porque no me preocupa, y lo digo con la máxima humildad. Ahora lo que me preocupa es salvarnos.

-¿Cómo se abrocha esa salvación sabiendo que el equipo marca el tercer peor registro de la segunda vuelta? ­

Esta última racha nos está penalizando mucho porque el inicio de la segunda vuelta fue muy bueno, por ejemplo febrero. Pero entre lesiones y situaciones que no hemos sabido superar, esta última racha está siendo negativa. No hay que pensar más allá de cada partido porque no es igual que Primera. Podemos ganar en Zaragoza porque no hay una lógica. Quedan siete partidos, que son 21 puntos. ­

-Enrique Martín definió como Cuarto Milenio que los de abajo cada año de repente empiezan a ganar en el tramo final, ¿qué opina de dicho fenómeno? ­

No lo puedo explicar, pero es así. Si poca lógica tiene la categoría, cuando faltan siete u ocho jornadas ya no queda ninguna. Debe ser por la necesidad, hay tanta igualdad que a veces te da ese plus que no tienes en la primera vuelta aunque los puntos valgan lo mismo. ­

¿Considera que la posible venta del club solucionaría alguno de los males que viene arrastrando? ­

Yo he vivido varios procesos de venta. Unos han mejorado a los clubes y otros los han empeorado. Depende de si realmente hay intención de venderlo, depende a quién, si es verdad o no... También he vivido muchísimos procesos de venta ficticios porque es algo muy jugoso y hay gente que se acerca. Ahora mismo creo que no es ese el escenario. ­

-¿Cree que puede faltarle materia prima? ­

Espero que no. Está claro que tenemos virtudes y defectos, pero a estas alturas de la temporada hay que agarrarse a las virtudes para lograr las victorias. Tenemos deficiencias, pero también puntos fuertes.

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