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No saben ganar a domicilio (1-1)

  • Al Almería se le vuelve a escapar la victoria en el descuento a raíz de una absurda falta en el córner rival en la que incurren en fuera de juego

Lo del Almería este año es para abandonar el diván del psicoanalista e irse directamente a que le recen para librarse del mal de ojo que arrastra el equipo según las insinuaciones de su presidente. Quienes crean en asuntos esotéricos encontrarán explicación en ello al empate del Valladolid en tiempo de descuento; los más prosaicos alegarán que si el cántaro va mucho a la fuente, lo lógico es que se rompa. 

Y es que el Almería cosechó en Zorrilla otra igualada frustrante, la número 15 en lo que va de curso (alcanzando al Numancia, rey del empate hasta la fecha), un punto que solo sirve porque el Huesca cayó en Los Pajaritos y se le da caza en la tabla pese a seguir en descenso, pero Ponferradina y Mallorca se distancian a cinco puntos y el equipo confirma ir muy escaso de ambición, con pinta de sufrimiento agónico hasta la última jornada. 

Como en Zaragoza en la segunda jornada con el gol de Cabrera en el 93'; como ante el Tenerife en la séptima con el tanto de Aurtenetxe en el 89'; como contra el Numancia en la décimoquinta con la caña de David Concha en el 95'; como en Vitoria en la vigésimosexta fecha con el cabezazo de Raúl García en el 88'... Ayer fue Juan Villar quien en el 92' conectaba un derechazo inapelable a la salida de un córner inalcanzable para un Casto que, hasta ese momento, había parado lo posible y parte de lo imposible. 

No nos engañemos, hasta ese momento habían ocurrido bastantes cosas y la mayor parte de los méritos fueron contraídos por el Valladolid, por lo que puede afirmarse que la igualada pucelana puso justicia en el marcador, por mucho que pese como una losa por estos lares. 

Antes de ese descuento fatídico Tiba desvió en exceso dentro del área un disparo de Mojica con marchamo de gol, Moyano envió un testarazo al larguero y Roger se topó con la figura de Casto tras fusilarlo sin contemplación, sacándole otro buen cabezazo a Juanpe al poco de empezar. 

El Almería fue a lo de siempre últimamente, la practicidad y el pragmatismo, lo que ahora se llama buscar las transiciones por no pregonar abiertamente que se busca el contragolpe, guardar la ropa e intentar pillar al contrario en un renuncio. Y a fe que lo pilló en una buena incursión de Michel por su banda culminada por Quique con un cabezazo de '9' puro que zanja el debate de si vale o no como ariete referencia. 

Lo complicado estaba hecho, pero el Almería se perdió una vez más en eso que su presidente definió como saber gestionar los últimos minutos, o saber perder tiempo en román paladino. Y eso no es nuevo, como ya se vio en Mendizorroza. Parecía que esta vez sí, pero en lugar de buscar la sentencia, el Almería buscó el córner rival para matar el partido. Allí, una falta a favor derivó en un absurdo fuera de juego que a la postre originaba el tanto del empate local. Ya ni rezándole a la Patrona... 

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