De un partido amistoso en verano es difícil esperar buen juego. Los futbolistas están inmersos en pleno proceso de trabajo y las piernas todavía tiemblan por la sobrecarga de esfuerzo. Aunque no son encuentros vistosos para el espectador, lo cierto es que el entrenador sí que toma buena nota de virtudes y carencias.

El Almería consiguió en la cálida noche de ayer su tercera victoria de la presente temporada. No lo hizo con la facilidad de ante Cartagena B o Torrevieja, pero sí que demostró que el equipo ya carbura. El Águilas, equipo de bronce, pudo plantar cara, pero apenas si inquietó a un conjunto rojiblanco que vivió de sociedades: Goitom y David Rodríguez fabricaron el gol, José Ortiz y Míchel por la derecha y Nieto y Guilherme por la izquierda desarbolaron a la defensa local, Bernardello-Julio Álvarez [uno en cada mitad] y Soriano aportaron seguridad en la medular... En fin, que todavía falta mucho que trabajar, pero el equipo rojiblanco ya muestra cosas a tener en cuenta.

El césped del vetusto El Rubial, el campo más antiguo del fútbol español, no estaba para tirar cohetes. De eso se dieron cuenta pronto los almerienses, que, por otra parte y algo que es de alabar, no renunciaron a rasear el balón y a tocar con orden y sentido. Muchos fueron los aficionados del Almería que se desplazaron hasta tierras murcianas por la tarde y, pese a que trataron de animarse con algún cántico, lo cierto es que ellos también está de pretemporada y prefirieron ver el partido con tranquilidad desde las gradas albiazules.

El mayor ímpetu local durante los primeros compases del choque provocó algún susto para los intereses rojiblancos. Chico y Pellerano, muy bien ayudados por Bernardello en el trabajo de recuperación, contuvieron sin problemas los ataques del Águilas, que siempre morían en algún disparo lejano.

Conforme pasaban los minutos, el Almería se hizo dueño del esférico. La mayor calidad en el centro del campo y la velocidad por las bandas dejaron claro quién era el equipo de Primera División. Míchel y Guilherme estuvieron muy aplicados en defensa y doblaron constantemente tanto a José Ortiz como a Nieto. Los laterales brasileños han comenzado con ganas esta pretemporada, que se espera que sea la de su consagración. Ortiz y Nieto, como acostumbran, se pegaron a la línea de cal y desde allí crearon todo el peligro de la primera mitad.

La segunda fue algo más movida. Hugo Sánchez dio entrada a Goitom y David Rodríguez por Uche y Piatti, que lo intentaron aunque sin recompensa, y la delantera del Almería tuvo más dinamismo y mordiente. El sueco luchó y se enfangó principalmente por los balones altos, mientras que el talaverano, cayendo a las bandas a por balones y entrando desde la segunda línea, sorprendió por sus continuas llegadas. Sin duda, una sociedad que puede funcionar mucho y bien en ataque esta temporada.

El único gol del encuentro tuvo como protagonistas a estos dos jugadores: Goitom tiró un buen desmarque y, tras recibir en solitario dentro del área, le puso el pase de la muerte a David Rodríguez que remató a placer. El sueco demostró compromiso en esa jugada, ya que muchos jugadores prefieren fusilar antes de levantar la cabeza, mientras que el talaverano dejó bien a las claras que vive por y para el gol.

A partir de ahí, el Almería no tuvo rival salvo en alguna ocasión aislada. Domingo Cisma, que salió en la segunda mitad y formó como pareja de centrales junto a Santi Acasiete, pudo haberse estrenado como goleador, pero un trallazo suyo desde dentro del área salió rozando el larguero de la meta defendida por Juanma.

Tras el pitido final, el autocar rojiblanco que puso rumbo a Almería donde se prepara para afrontar la segunda parte de la pretemporada que también se desarrollará en La Manga del Mar Menor. El próximo martes, nuevo amistoso ante un rival que luchará de nuevo esta temporada por el ascenso a Segunda: el Real Jaén.