No todos los jugadores de la primera plantilla del Almería se enteraron del fichaje de Juanma Lillo desde sus respectivos hogares. Fabián Vargas, aún en proceso de recuperación por una lesión de tobillo, ha tenido que pasar la Navidad en tierras almerienses para seguir con un trabajo específico para recuperar y fortalecer la articulación dañada. Su familia ha tenido que venir desde Colombia para estar junto a él en Nochebuen y el día de Navidad. Los gajes del oficio que se llaman.

"De los ocho días de vacaciones, he tenido cuatro de trabajo. Es muy cansado viajar hasta Colombia: son dos días y medio en el avión, por lo que ha venido mi familia a España para estar aquí en estas fechas", aceptaba el centrocampista rojiblanco, que se muestra contento de la evolución de su lesión. "He podido trabajar estas semanas de muy buena forma y cada vez veo más cerca la posibilidad de regresar a las canchas", algo por lo que suspira.

En los últimos días antes de tomar vacaciones, a Vargas se le pudo ver en el anexo del Mediterráneo corriendo e, incluso, tocando balón. El colombiano no se pone una fecha de vuelta exacta. "No me he dado un tiempo determinado. Estoy esperando a ver cómo sigue evolucionando la lesión, pero yo aspiro a estar listo para mediados de enero o principios de febrero. Todavía tengo que esperar a ver cómo va el tobillo a medida que el trabajo vaya siendo mayor", reconoce.

Vargas cree que no le dará miedo meter la pierna su vuelta a las canchas porque siempre ha sido un jugador "fuerte" y con gran "mentalidad". " Obviamente va a costar un poco, pero no voy a tener problemas", se sincera el futbolista rojiblanco que le pide al nuevo año que está a punto de llegar "principalmente que las cosas en el equipo vayan bien, que pueda consolidarme en el once y que sea un lindo semestre para nosotros salvando la categoría".