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La veteranía del novato

  • El puesto de líbero en Unicaja lo comparten el debutante en la posición Ferrera (31 años) y el habituado a la camiseta de distinto color Artés (21)

Cariñosa palmada del veterano Ferrera al novato Casimiro.

Cariñosa palmada del veterano Ferrera al novato Casimiro. / javier alonso

Cuando el joven Artés comenzó a enfundarse en la cantera de Unicaja la camiseta de diferente color que designa al líbero, el avezado Mario Ferrera recibía y atacaba en el primer equipo ahorrador. Años después, con experiencias en Grecia y en Francia para el sevillano, y dos temporadas curtiéndose en el Mintonette para el almeriense, ambos comparten el puesto que defendió con orgullo, gallardía y tesón el histórico Manolo Berenguel.

Pero lo hacen con roles muy diferentes. El veterano Ferrera dejó de ser central en agosto para convertirse en el nuevo líbero del equipo, junto al bisoño Artés, que lleva toda su vida deportiva jugando por detrás de la línea de zagueros. En esta tesitura, ¿quién le da los consejos a quién? "Él lleva más año que yo de líbero y aunque yo le puedo enseñar algunas cosas, él a mí muchas más porque llevo pocos meses en esta posición", indica Mario Ferrera, piropos que también le envía Artés a su compañero: "Tenemos una competencia muy sana, muy deportiva. Aprendemos el uno del otro, estoy encantado de tenerlo como compañero, fue un grandísimo receptor y ahora es un grandísimo líbero. Desde el año pasado ya me fijaba mucho en él, me enseñaba cosas técnicas y tácticas. Él me aporta experiencia, sabiduría y muchos conceptos técnicos en la recepción y en el posicionamiento en el campo. Creo que yo le aporto la frescura y las ganas de un jugador joven, además de darle ánimos y aconsejarle desde fuera durante los partidos".

Tras una primera temporada como profesional ahorrador con pocos partidos a la sombra de Llabres, Artés va ganando confianza e importancia en los esquemas de Piero. "Este año estoy jugando muchísimo, es la temporada en la que mejor estoy y en el campo se está notando", como también notan las rodillas de Ferrera el descanso por no tener que dar tantos brincos junto a la red: "Al principio se echa de menos atacar, algo que he hecho desde los 13 hasta los 30 años. El gusanillo de los puntos y los block out siempre está, pero el cuerpo poco a poco se va acostumbrando a la nueva posición".

Por unos días, Unicaja aparca la competición liguera para centrarse en la Copa del Rey, una de las competiciones más bonitas para jugar y que Ferrera tiene entre ceja y ceja. "He tenido un poco de mala suerte con la Copa porque la habré jugado más de diez veces y sólo tengo una. Es la competición que más gusta, muy exigente y muy bonita de ganar", que se jugará en una de las ciudades españolas donde más pasión hay por este deporte: "Soria es uno de los lugares más bonitos para jugar al voleibol, Los Pajaritos es un pabellón mágico. Creo que es una situación inmejorable para disputar esta Copa del Rey", apunta un Artés que llega con la tremenda ilusión de levantar su primer título con la primera elástica verde: "Del año pasado tengo tres subcampeonatos y he levantado una Copa de Andalucía, pero no tengo ninguno título oficial. Me encantaría una final con Soria, donde tengo muy buenos amigos. Además, sería en su casa y habría un gran ambiente".

Más experimentado en estas lides, el sevillano reconoce que Unicaja no se presenta como favorito. "Podíamos haber llegado mejor, habiendo ganado en Palma, pero uno siempre piensa que es mejor perder estos partidos que hacerlo en las eliminatorias decisivas", por lo que prefiere ir ronda a ronda: "En cuartos tenemos a Barcelona que ha bajado un poco el nivel, es una incógnita. Los pronósticos dicen que si ganamos a Palma en semifinales, nos esperará Teruel en la gran final, los dos grandes rivales de los últimos años para Unicaja".

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