El Real Madrid sumó una victoria al ralentí por 96-81 ante un San Pablo Burgos que, en su primera visita en la máxima categoría del baloncesto nacional a Madrid, temió salir ampliamente derrotado en principio y acabó dando una buena imagen.

El partido quedó prácticamente sentenciado casi antes de empezar. Con un 19-3 en los cinco primeros minutos estuvo claro que el equipo dirigido por Pablo Laso sumaría una nueva victoria, aunque fuera al ralentí.

A partir de ese momento los equipos cambiaron sus objetivos. El Madrid intentó no desconectarse demasiado y ahorrar fuerzas para el partido del próximo jueves ante el Panathinaikos, en Euroliga, y el conjunto castellano-leonés se limitó a luchar al límite para, en su presentación en Madrid en un estimulante escenario, no sufrir una derrota escandalosa.

Edy Tavares fue el que sentó la base del enfrentamiento, estableciendo una barrera física y después mental bajo los aros de ambas canastas que terminaron siendo un muro completamente insalvables para los jugadores del equipo burgalés.

A falta de la brillantez de Doncic, autor de sólo tres puntos ayer, tomaron el protagonismo Carroll, con 18 puntos, y los jugadores interiores madridistas.