El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, aseguró ayer que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) se mantiene a la espera de conocer el resultado final del proceso de venta del 31% del accionariado de Deoleo -ahora en manos de Bankia, Caixabank, Kutxabank y BMN- para mover ficha.

"Veremos cuáles son las ofertas que se seleccionan; vamos a conocer primero qué accionistas toman la decisión de vender y a qué precio. Tenemos que ver los precios y las posibilidades de liquidez que tiene la SEPI en ese momento", aseguró Arias Cañete, que destacó que el Ejecutivo tiene una "sensibilidad especial" con un sector estratégico como el del aceite de oliva. "El Gobierno da una importancia extrema al sector, y más con una empresa emblemática, líder y española como Deoleo", sentenció.

El titular de Agricultura reiteró que ha hablado "con todos" los inversores que han presentado sus ofertas por la compañía. "Les hemos trasladado que nuestra voluntad es que la empresa tenga sede social en España y que no se desmembren sus activos porque tiene marcas líderes en el mercado americano que son básicas para exportar a Estados Unidos", indicó. "Queremos que los inversores no sean especulativos a corto plazo, que no quieran hacer un beneficio rápido, sino que apuesten por un desarrollo empresarial de futuro", subrayó.

En este contexto, Arias Cañete desveló que algunos de los accionistas de Deoleo se van a quedar en la empresa. "Algunos no van a vender, como Unicaja y la cooperativa andaluza Dcoop -antigua Hojiblanca-, así que habrá un accionariado alrededor del 20% que será español, pero estamos viendo otras posibilidades", indicó para pasar a señalar que "no hay que excluir a ningún candidato".

Por su parte, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, aseguró ayer que el Gobierno español y el Ejecutivo andaluz están trabajando "de la mano" para que Deoleo, la principal comercializadora mundial de aceite de oliva, siga teniendo en Andalucía su ubicación y su núcleo de decisión ante la posibilidad de que una empresa italiana compre parte o la totalidad de su accionariado.

Tras asegurar que en las últimas horas se está "intensificando" el trabajo "al máximo nivel", Díaz dijo haber hablado personalmente con el ministro de Agricultura, que a su vez está trabajando de manera "coordinada" con la consejera andaluza del ramo, Elena Víboras. A estos trabajos también se están sumando los principales accionistas de la empresa.

La jefa del Ejecutivo andaluz, que reconoció "bastante interés" de determinados fondos para hacerse con el control de una empresa fundamental para Andalucía, indicó que confía en que el resultado final garantice "los intereses de la comunidad y del aceite de nuestra tierra".