Economía

Inquietud autonómica ante un posible 'desguace' de la eléctrica Iberdrola

  • Valencia, Castilla y León y Extremadura, junto a la caja vasca BBK, rechazan la hipótesis de que ACS-EDF divida la firma

Todos los actores afectados de una u otra manera por una hipotética compra y posterior división de Iberdrola por parte del tándem hispanofrancés ACS-EDF van pronunciándose poco a poco. Tras el rechazo, y la desilusión, expresadas respectivamente por Pedro Solbes, ministro de Economía, e Ignacio Sánchez Galán, presidente de la eléctrica, ayer le tocó el turno a tres de las autonomías en las que la compañía tiene actividades de generación y comercialización de electricidad: Valencia, Castilla y León, y Extremadura.

Mario Flores, consejero de Infraestructuras de la Generalitat valenciana, mostró ayer "preocupación" ante una operación de este tipo ya que Iberdrola "es el principal operador eléctrico" en esta comunidad. Preocupación que deriva además de la "gran identificación" de esta región con Iberdrola, lo que contrastaría con su posible compra o absorción por una empresa extranjera.

Flores también recordó que la caja valenciana Bancaja es el tercer mayor accionista del líder eléctrico español, con un 6 por ciento. La entidad financiera ya señaló el jueves que se opone a que se "trocee" Iberdrola.

También se opuso ayer a esa hipotética "fragmentación" el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, quien añadió que su Gobierno haría valer los derechos de la comunidad ante una posible opa. Herrera manifestó, no obstante, "prudencia" hasta contar con más información y "respeto ante un proceso negociador enmarcado en la vida empresarial". No por ello dejó de manifestar que no le gustan las operaciones lideradas por grupos públicos de carácter estatal, en este caso francés, lo que contradice el espíritu que "inspira" la Unión Europea, concluyó.

Por último, el Ejecutivo extremeño defendió que para los intereses de esta comunidad es "fundamental" que Iberdrola siga en manos españolas. La compañía explota en el municipio de Almaraz (Cáceres) una de sus centrales atómicas. El Gobierno autonómico también cree clave que, a la hora de valorar este tipo de operaciones, se tenga en cuenta el "interés común", ya que en estas operaciones "parece que se mira hacia otros intereses meramente accionariales, alejados en parte del beneficio y del servicio que estas compañías prestan a una sociedad como la extremeña".

A todo ello se sumó el rechazo de la caja vasca BBK, segundo mayo accionista con el 7,2 por ciento, a que se "trocee" Iberdrola y "su control pase a manos de una empresa pública extranjera". El Gobierno central, por último, matizó ayer que conocía el interés de EDF por el mercado español, pero no en concreto por Iberdrola.

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