Economía

El año de la gran criba financiera

  • Las cajas despiden 2009 sometidas a la exigencia de la reestructuración de un mapa donde sobran actores · La intervención de la CCM, la creación del FROB y la fusión de Unicaja y Cajasur han sido los grandes hitos

Este 2009 pasará a la historia del sistema bancario español, además de por ser uno de los episodios de la crisis financiera global, por ser el año en que la Administración y el Banco de España han apostado claramente por reorganizar y reducir el sector, y se han activado herramientas como el FROB. El ejercicio que está a punto de cerrarse también será recordado por la intervención de Caja Castilla La Mancha (CCM), la primera por parte del Banco de España de una gran entidad desde la de Banesto, en 1993, y la primera desde Eurobank del Mediterráneo, en 2003.

Tras la intervención de la CCM el pasado marzo, el Banco de España se convirtió en su administrador y empezó a buscar una solución para garantizar su viabilidad. Nueve meses después, el supervisor dio el visto bueno a la asturiana Cajastur para integrar a la entidad castellanomanchega en una operación para la que, en principio, no será necesario el uso de recursos públicos y se mantendrá la independencia e identidad de ambas entidades.

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dotado con 9.000 millones de euros y con la posibilidad de endeudarse en otros 90.000, es un instrumento diseñado para actuar ante situaciones complicadas, en las que participen entidades con problemas, y en procesos de fusiones de cajas de ahorros.

Estas operaciones son las que protagonizan, en los últimos meses, la reorganización de un sistema sobredimensionado, con un vasto número de oficinas, lo que hace que España sea el país más 'bancarizado' del mundo -con unas 100 sucursales por cada 100.000 personas- y tenga la red de cajeros más extensa de Europa.

Que existan más de 45.000 oficinas se debe a la fuerte actividad de los últimos años y a las erróneas previsiones de que el crédito y la actividad continuarían aumentando muchos ejercicios. La reestructuración puede suponer una reducción de entre el 30 y el 40% en el número de oficinas de cajas y el cierre de unas 10.000, lo que hace que casi 35.000 trabajadores vean peligrar su trabajo.

Actualmente trabajan en las sucursales del sector 270.000 empleados -de los que 134.000 lo hacen en cajas- mientras que en el primer semestre se han cerrado casi 1.000 oficinas (más de 500 de bancos y 378 de cajas).

Los procesos de unión de cajas han demostrado cómo en algunas de ellas los políticos intentan imponerse a los argumentos bancarios y de obra social, priorizando asuntos como el grado de poder en la entidad resultante de la fusión o la ubicación de la sede central, sin atender a parámetros más relacionados con su funcionamiento.

El Banco de España tendrá listo antes de que acabe 2009 un nuevo mapa de cajas en el que figura qué entidades pueden unirse entre sí en la reordenación, que pretende cerrar en la primera mitad de 2010.

Dicho plan incluye la aportación que necesitará cada operación del FROB y/o del Fondo de Garantía de Depósitos y está encaminado a reducir las 45 cajas de ahorros existentes hasta unas 30.

Algunas entidades también han apostado en 2009 por la fusión virtual a través del Sistema Institucional de Protección (SIP), ya que permite no perder a corto plazo su personalidad jurídica, ni sus sedes de oficinas, si bien centraliza políticas financieras, de solvencia y riesgos, y es un mecanismo de apoyo y defensa mutua.

Mientras están abiertos procesos de fusión en muchas comunidades, algunas, como Galicia, Andalucía, Valencia y Castilla y León, siguen protagonizando titulares por motivos políticos y lo que parece que toma cada vez más peso es la próxima reforma de la Ley de Órganos Rectores de las Cajas de Ahorros, lo que ayudaría a salvar trabas que sufren las uniones interregionales. La gran operación andaluza, finalmente encarrilada tras algunas dificultades en la negociación, unirá a Unicaja, Cajasur y Caja de Jaén para crear la sexta entidad española por activos.

A pesar de que el sistema español ha demostrado que es un paradigma de fortaleza y supervisión, los excesos cometidos por algunas entidades en la concesión de créditos -debido a una desproporcionada apuesta por el ladrillo-, la subida de la morosidad y la dependencia de la financiación en los mercados internacionales han sido vallas por superar en 2009 y lo seguirán siendo en 2010.

El incremento de la mora en los préstamos ha provocado que, además de afectar a los balances y resultados de la banca, ésta tenga que hacerse cargo de miles de viviendas en labores inmobiliarias para evitar que la morosidad se dispare.

A falta de conocer las cuentas anuales de los bancos, las cifras de septiembre mostraban un esperanzador frenazo en el incremento de la mora, que se situó en el 4,745% en septiembre, por debajo del 4,838% de agosto.

Las cuentas de los bancos, tanto las de los grandes como las de los medianos, reflejan el difícil momento económico actual, ya que siguen destinando una parte de sus ganancias a la hucha de las provisiones, adelantándose a los tiempos peores que vendrán.

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