elena gil lizasoain. directora global de big data b2b en grupo telefónica

"El cuello de botella para crecer en 'Big Data' son las personas, no la tecnología"

  • Esta experta pide a los ciudadanos que no actúen de forma inconsciente porque cuando se descargan algo gratis están dando sus datos a cambio y el tráfico de datos es "el nuevo petróleo"

Elena Gil Lizasoain, ayer en el Rectorado de la Universidad de Málaga.

Elena Gil Lizasoain, ayer en el Rectorado de la Universidad de Málaga. / javier albiñana

El Big Data -uso masivo de datos para todo tipo de aplicaciones- es presente y futuro. Todos llevamos un móvil encima y eso, a gran escala, aporta información valiosa a la hora, por ejemplo, de analizar los movimientos de los ciudadanos y qué necesidades tienen o para mejorar la gestión empresarial y de las instituciones. Elena Gil es la encargada de gestionar el servicio de Big Data de Telefónica en las empresas y administraciones públicas y ayer atendió a este diario minutos después de participar en la jornada LiDES en la Universidad de Málaga.

-Uno de sus retos es conseguir que las empresas sean data-driven. ¿Qué es eso?

-Es una empresa enfocada en los datos, es decir, que aprovecha todo el potencial de los datos que se generan en el mundo digital para tomar mejores decisiones y atender mejor a los clientes. Eso va en contraposición a como se han tomado las decisiones antiguamente, con poca información y basándose en la opinión del jefe. Está demostrado que si tomas decisiones basadas en datos son mejores y las empresas son más eficientes.

-¿Están preparadas las empresas andaluzas para esta transformación digital?

-Están en el proceso, porque no es algo que ocurra de un día para otro. Hace falta una transformación tecnológica y cultural. Andalucía está como el resto de las regiones, con empresas innovadoras que están empujando y otras que tienen que empezar.

-El 99% de las empresas son pymes. ¿Están más preocupadas por salir definitivamente de la crisis que por esta transformación?

-La transformación digital es algo que te puede permitir salir de la crisis. El Big Data arrancó con empresas muy pequeñas que nacieron enfocadas completamente en esto y luego con las grandes empresas de sectores con muchos datos como la banca, el retail o las de telecomunicaciones. Ahora hay cada vez más pymes que están accediendo porque se puede tener la tecnología en la nube sin hacer grandes inversiones.

-¿Cuántas empresas lo usan?

-Menos del 50%, por lo que hay muchas oportunidades. Hay empresas que tienen alguna iniciativa o que están analizando redes sociales, pero es más difícil encontrar firmas con una estrategia de principio a fin.

-¿Es una nueva profesión controlar el Big Data?

-Sí, el cuello de botella para crecer en Big Data no es la tecnología, que está madura, sino las personas y la transformación cultural. Para trabajar en Big Data hacen falta unos nuevos perfiles que no existían y que ahora se están creando. Algunos son conocidos como los famosos científicos de datos, que son una mezcla de matemáticos y estadísticos con cierta noción de informática, pero necesitamos también ingenieros o arquitectos de datos y, con el desarrollo de la inteligencia artificial, hacen falta lingüistas o sociólogos.

-¿Se pueden estudiar ya esos conocimientos concretos?

-Sí, cada vez existe una mayor colaboración entre universidades, instituciones públicas y empresas para que encaje la oferta y la demanda. Ya hay grados que desde el principio están enfocados a la explotación de estas nuevas profesiones. Todavía hay más demanda que oferta, pero crece el número de profesionales en España.

-Muchos ciudadanos no saben realmente que es el Big Data. ¿Qué beneficio tiene para la sociedad?

-El Big Data es la posibilidad de aprovechar todos los datos que se generan en el mundo digital. Cada vez estamos todos más conectados con el teléfono móvil, los ipad, los relojes o las pulseras inteligentes y eso genera millones de datos que gracias al Big Data se pueden utilizar para conocer mejor las necesidades de las personas y tener servicios más adaptados. Desde que nos levantamos nos conectamos para ver cuál es el mejor camino para ir al trabajo y evitar atascos o hay muchos avances en medicina que se han conseguido analizando muchos datos para hacer diagnósticos. En nuestro día a día hay mucho Big Data por detrás del que no somos conscientes. En las ciudades permite regular el tráfico, estudiar qué infraestructuras hacer y dónde es más necesario... En Telefónica, por ejemplo, usamos mucho el Big Data para conocer las necesidades de los clientes y saber dónde nos conviene poner antenas para tratarlos mejor. Gracias a todos los datos que pasan por nuestras antenas conocemos, de forma agregada y anónima, por dónde se mueve la población, si lo hacen de lunes a viernes o esporádicamente, dónde paran... En materia turística estamos ayudando a las ciudades o regiones a conocer por dónde se mueven los turistas, qué sitios visitan o cuántas noches pernoctan.

-Se está relacionando el Big Data con el comercio. Buscas un producto en un portal y te aparecen los mismos anuncios en otras webs que visitas. Facebook te sugiere contactos de personas que conoces y con los que no tienes amigos comunes. ¿Hay cierto temor en el ciudadano por tanto control?

-En el mundo digital hay muchos comportamientos que nunca aceptaríamos en el mundo off line. Lo importante es ser muy responsable con el trato de los datos personales. Las personas deben saber qué datos utilizan y para qué. Muchas veces las personas damos permisos sin saber. Se puede compartir los datos de localización, por ejemplo, para ver la ruta de tráfico, pero no hay por qué aceptar dar los datos de localización para que mis hijos se bajen un juego que nada tiene que ver o que se tenga acceso a nuestras fotografías. Los ciudadanos tenemos que ser muy conscientes de que cada vez que nos descargamos algo gratis estamos dando algo a cambio, que son nuestros datos. Si lo aceptamos perfecto, pero no debemos hacerlo de manera inconsciente y sobre todo saber con qué empresas lo haces y si te dan o no garantías.

-¿Son los datos el nuevo negocio del siglo?

-Es algo muy valioso y antes no se era consciente. Se le llama el nuevo petróleo. Es importante para las empresas y hay muchos servicios que se generan alrededor de los datos, pero hay que utilizarlos bien. Amazon empezó a vender recomendaciones de libros en función de lo que habías leído. Gran parte del valor de Netflix es conocer al cliente y hacerle recomendaciones. Todo eso son datos. La televisión de Movistar también lo hace, porque recomendados en función de los gustos de los usuarios.

-¿Qué retos tiene el Big Data?

-La oportunidad está en su convergencia con la inteligencia artificial, empoderando a las máquinas. Se abre un mundo apasionante.

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