Antonio Saura Latido. Productor de cine.

"España no apuesta para que su cine compita con los países de su entorno"

Antonio Saura

Antonio Saura / Pedro Hidalgo

-Esta nueva producción, ¿cómo la clasificaría?

-El último traje entra más en el terreno del cine culto que en el comercial. Es una película bonita, inteligente, que toca temas muy serios. La trama cuenta la historia de un anciano que realiza un viaje que va desde Buenos Aires hasta Polonia pasando por España, Francia y Alemania. Son ambientes muy serios pero que también cuentan con su pizca de humor. Una mezcla que resulta bastante interesante a mi parecer.

-¿Qué impacto es el que espera para El último traje?

-Yo espero que la película emocione, que haga reír y que haga llorar. No tendrá una distribución masiva, por lo que no creo que vaya a romper la taquilla. Pero sí espero que guste muchísimo a la gente que vaya a verla.

-¿Y cómo diría que es el proceso para realizar una obra de estas características?

-Hacer una película es caro, bueno, carísimo. Hay que contratar actores, contactar con las localizaciones, buscar material... Todo suma al presupuesto. No es fácil hacer una obra cinematográfica. Pero estas condiciones tanto te limitan a la hora de realizarla como te animan a innovar en tus formas de financiación. Afortunadamente, todavía queda un espacio en esta industria que está dedicado no para el público masivo, sino para la gente que le gusta ir al cine.

-Y para esa gente a la que le gusta ir al cine es para la que se ha pensado la realización de El último traje, ¿no?

-Efectivamente. Yo creo que las películas dedicadas al público juvenil y a toda la población son necesarias, pero las que realmente importan son las que se centran en reflexionar, en indagar, en dar una vuelta a nuestra forma de pensar. Lo que se conoce popularmente como de culto. Y ahí es donde me muevo yo con tranquilidad como productor. No he encontrado todavía el proyecto para dar el salto a la industria de masas. Es decir, no he tenido en mis manos un guión de chistes catalanes, vascos, gallegos o andaluces, entremezclado con policías o viajes y basado en los estereotipos.

-Y si el cine de culto es el importante, ¿por qué acaban primando las películas de público masivo?

-Porque son eficaces y funcionan de maravilla. Es lo que parece que ahora gusta a todo el mundo. Y son muchas las películas españolas que se hacen al respecto. Sinceramente, no las minusvaloro. Simplemente todavía no he tenido la oportunidad de producir ninguna de este estilo.

-Es de conocimiento popular que usted ha trabajado en multitud ocasiones con el director José Luis López Linares. ¿Desde cuándo se conocen?

-Desde la adolescencia. Él es un poco mayor que yo y forma parte de un grupo de cineastas que empezaron a trabajar bajo la figura de Elías Querejeta, uno de los productores de las películas de mi padre. Entonces, como yo soy un fisgón, husmeaba en las grabaciones y ahí es donde lo conocí. Además, José Luis ha sido director de fotografía de varias películas de mi padre, por lo que fuimos poco a poco ganando confianza. A partir de ahí, hemos hecho varios trabajos juntos como El Pollo, el Pez y el Cangrejo Real, Jerez y el Misterio de Palo Cortado, un documental sobre el escritor Bolaños o una biografía dedicada a mi padre. Y ahora mismo estamos terminando otro documental sobre el Teatro Real de Madrid.

-Viendo este currículo, se podría afirmar que es un verdadero amante de los documentales.

-Siempre me ha gustado meterme en temas relacionados con la expresión cultural o con la memoria histórica. Es decir, entender la relación de las personas con su cultura de forma contextualizada. Una parte fundamental en el desarrollo de cualquier ser humano.

-Usted es el hijo del famoso director Carlos Saura, ¿considera que este amor por el cine le viene de familia?

-Siempre se ha dicho que en casa del herrero cuchara de palo. Tuve mi época rebelde de joven y quise alejarme del cine. Es más, me metí a estudiar periodismo y me licencié en historia. Pero mi propia curiosidad me acabó llevando a esta industria tan increíble. He colaborado en varias películas de mi padre y he producido en mi carrera un total de 30 obras cinematográficas, contando ésta que se va a estrenar el próximo 6 de octubre.

-Y para finalizar, ¿cree que España apuesta debidamente por el cine?

-A esta pregunta mi respuesta es que España no apuesta de manera que permita a sus películas competir con los países de nuestro entorno. Nuestro territorio tiene un déficit de financiación con el cine. La cuestión es pensar si debemos considerar el arte audiovisual como una prioridad o no. Yo creo en el cine como una manifestación cultural y una representación de nosotros mismos. Por otra parte, si analizamos nuestra industria competitivamente con los países de nuestro entorno, pues ahí están las cifras del apoyo a la educación y la cultura. España, lamentablemente, está muy detrás en temas que son fundamentales para la garantía del futuro.

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