victoria abril, Actriz

"Lorca es muy almodovariano"

"Lorca es muy almodovariano"

"Lorca es muy almodovariano" / carlos gil

-En Bernarda, la mujer es la dueña absoluta de la trama, ¿se paga en esta película parte de la deuda del cine con la mujer?

-No me haga reivindicar cosas que luego me paso años justificando (risas). El papel de la mujer es protagonista en la película, todo son mujeres salvo un hombre, que en la obra de Lorca no se ve nunca y aquí sí se le va a ver y mucho, es hermosísimo. Qué decir... yo estoy aquí porque es una adaptación sorprendente de la original, novísima y muy libre.

"Con la ley seca del cine en España, volveremos a trabajar como en el 74, por amor al arte"

-¿Le hubiera gustado hacer el papel de Bernarda?

-Ése fue el papel que me ofrecieron en un principio aunque no pudo ser porque estoy rodando mi serie en Francia. Pero me gustó mucho el guion y quería estar en ella sí o sí. Además de la incompatibilidad por trabajo, Bernarda me cae muy gorda. Entonces me fijé en el personaje de María Josefa, que en principio tenía solo cinco secuencias y al final le hemos dado una vidilla enorme. Nos pusimos a trabajar y conseguí estar en la película y hacer con mi personaje una especie de delirio lorquiano. Si ella fuera un perfume estaría compuesta por todos esos personajes femeninos de Lorca: desde la solterona, la eterna novia ensangrentada, a la fulana más famosa del país.

-María Josefa, en esta ocasión convertida en hermana de Bernarda, mantiene el rasgo de la locura.

-Sí, el personaje en principio es la madre de Bernarda, pero por razones obvias y de edad no puedo ser la madre de Assumpta Serna. Pero como María Josefa está loca, a veces cree que es la madre y otras la hija... Ella es la primera víctima de Bernarda y, aunque vive encerrada dentro de esas cuatro paredes, es la más libre gracias a la locura. El personaje es una solterona y virgen -sin pecado concebida- y trata muchas necesidades y carencias de la mujer secuencia a secuencia.

-La película pone al día la obra original, ¿qué queda del mensaje que se daba en 1936 ahora en 2017 siendo un prostíbulo La casa de Bernarda Alba?

-Los textos se han respetado, las novedades están en que, si bien la obra es en un cortijo, ahora el decorado es una antiquísima e increíble fábrica de ron de Salobreña. El mensaje se mantiene pero adaptado al mundo de hoy. Salvo en el caso de María Josefa que sigue viviendo en esa oscura España de mantilla negra y vírgenes milagrosas. Conserva ese saborcillo añejo.

-¿Qué sabor de boca le va a quedar al espectador tras ver esta versión de la obra del granadino?

-Si son adoradores del texto, se lo van a encontrar y les va a gustar pero el ángulo y el punto de vista de esta adaptación está mucho más enriquecido.

-Si Lorca hubiera sido director, ¿con qué cineasta lo compararía?

-Lorca es muy almodovariano porque componía canciones, tocaba el piano, escribía obras de teatro... era un artista que tocaba todos los palos y Pedro también lo hace todo: desde los decorados hasta los diálogos y guiones.

-En el filme Bernarda es una madame que encierra y alecciona a sus pupilas para que trabajen a su servicio. ¿En la actualidad la mujer es también presa del machismo de la mujer?

-Es menos presa que del machismo del hombre. Pero bueno, para llegar al nivel de machismo de los hombres todavía faltarían bastantes siglos antes de que lleguemos a pervertirnos tanto. Bernarda, por ejemplo, se impone sobre sus hijas y sí que acaba sintiéndose la líder y la mandamás de toda la casa.

-¿Cree que Lorca es inagotable o llegará un punto en el que no haya nada más que decir sobre él?

-Al contrario, ahora que han terminado los derechos de autor sobre sus obras vamos a poder añadir y darles otro punto de vista como está haciendo Emilio Barrachina con Bernarda.

-Tardó diez años en poder trabajar con Pedro Almodóvar, ¿por qué director actual sería capaz de esperar otro tanto?

-Yo ya no hago castillos en España (risas). Yo pongo todo mi entusiasmo, mi pasión y mi experiencia al servicio de ese director que me propone un buen papel. La verdad es que casi nunca he soñado con nadie, yo con quien quiero trabajar es con el siguiente que piense en mí y me dé un buen papel. A él le habré estado esperando toda la vida (risas). Ya no creo deseos para no caer en la desilusión. Con la edad te haces más pragmática.

-Ahora mismo, ¿qué tiene que envidiarle el cine español al francés?

-La industria allí está un poco menos sofocada y mucho más apoyada. Aquí llevamos con la ley seca ocho años. Las películas se hacen con ayuda de la virgen y en este caso solamente lo hace Canal Sur. Volvemos a trabajar como en el 74, por amor al arte. De todas maneras yo nunca he dejado de hacer una película por falta de dinero, sobre todo si es buena.

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