Hay quien lo deja todo para última hora y prueba de ello es el llenazo que presentaron ayer los centros comerciales y los puestos de los mercados, sobre todo aquellos que venden carne, pescado o marisco, tres productos fundamentales y absolutamente compatibles en cualquier cena de Nochebuena. No son pocos los que reconocen que, como suele decirse, les ha pillado el toro y que tienen que jugársela para buscar el mejor pavo o el cordero más jugoso que llevar a su mesa. Otro, sin embargo, aseguran que la demora se debe a un interés por que estos productos sean los más frescos. Las prisas, sin embargo, no son buenas amigas del ahorro. Quienes lo tienen ya todo comprado han podido comparar precios en diversos puntos hasta seleccionar su compra. Los que acuden a última hora no tienen más remedio que conformarse con unas tarifas que en algunos casos llegan a ser abusivas.