Adolfo Suárez Illana. Presidente de Ontier

"La concordia se recuperará con respeto"

"La concordia se recuperará con respeto"

"La concordia se recuperará con respeto" / Juan Carlos Vázquez

-Preside un despacho jurídico gestionado como una empresa. ¿El abogado tradicional está en vías de desaparición?

-El abogado es un profesional que se dedica fundamentalmente a las relaciones personales. Un abogado experto en una materia concreta siempre podrá sobrevivir. Los grandes asuntos y necesidades de las empresas en un mundo mucho más global requieren un gran número de profesionales en distintas jurisdicciones que sean capaces de abarcar muchas especialidades y eso sólo se consigue a través de empresas de servicios jurídicos fuertes como la nuestra. Lo digo con humildad, porque las hay mucho más grandes y con enormes capacidades.

-Dice que volvería a la política de primera fila para reformar la Justicia. ¿La digitalización puede ayudar?

-La digitalización hay que tomarla como lo que es: un mero instrumento al servicio de la Justicia. Todos los avances técnicos deben ser incorporados a la Administración de Justicia porque efectivamente la harán mejor: más ágil, más rápida, más capaz. Pero fundamentalmente lo que requiere la Justicia es despolitización. Requiere muchas personas que atiendan casos y una organización más eficaz.

-¿Qué siente usted siendo hijo del primer presidente democrático cuando hay partidos que cuestionan el sistema llamándolo "Régimen del 78", asociándolo a la dictadura anterior?

-La Transición, y si me permite personalizarlo como ha hecho usted en mi padre, Adolfo Suárez lo que nos trajeron es la concordia. Y ése es el epitafio que le puse en su tumba a mi padre: "La concordia fue posible". Lo importante en un país es vivir en concordia. Saber que todos tenemos un sitio y podemos aportar algo. Todo aquel que base su proyecto político en el odio y en la discordia, sinceramente, merece mi desprecio. Y deberíamos, como españoles que hemos sido capaces de vivir en concordia, despreciar todo aquello que nos incite al odio y la discordia.

-Defiende que el gran problema de la democracia es que PP y PSOE, desde 1978, se han visto como enemigos a batir y no como complementarios, ¿no?

-Efectivamente, PP y PSOE han protagonizado unos enfrentamientos, en algunos casos hasta personales, que han hecho un tremendo daño a la vida política. Y ese enfrentamiento se ha traducido, con excepciones, en una falta de acuerdos de Gobierno que ha obligado a uno y otro partido a pactar con los nacionalistas cosas que nunca hubieron debido ser pactadas. No por la sustancia del pacto, sino por lo que se entrega en él, que podía haber sido entregado por cualquiera de los otros dos. Ése es el fallo real. La reconstrucción de esos puentes, del respeto, de la cordialidad, de las buenas relaciones personales, de la capacidad de ver en el adversario un valor, unos principios y soluciones que son aplicables también. Producir este intercambio de aportaciones es lo que hace que seamos capaces de progresar, mejor y más rápido.

-¿Cómo se hace eso en un país en que en un debate cara a cara un candidato duda de la decencia del otro?

-Eliminándolo. Que la sociedad no permita que un oponente llame indecente o insulte a su adversario en público. Si la sociedad da la espalda radicalmente a quien hace ese tipo de política, habremos datos un paso muy importante. Porque la política no es más que el reflejo de la sociedad. En política está a quien nosotros se los permitimos. Si no lo votamos, ese alguien no podrá ser nunca cargo público. Quien insulta al adversario no merece el voto de nadie.

-¿El camino para recuperar la concordia es el respeto?

-Sí. Sin duda.

-¿No cree que los nuevos partidos han traído más falta de respeto?

-En concreto Podemos, sí. Ciudadanos es otra cosa. Puedes estar de acuerdo o no en algunas cosas pero no ha venido a sembrar el odio y la discordia. Ni a traer la memoria de la Guerra [Civil] otra vez, una vez superada por la Transición. Y eso sí lo está haciendo Podemos. Su ideario es el odio y la discordia.

-¿Por qué el PP no logra réditos en las encuestas de logros como la recuperación económica o la intervención en Cataluña?

-En política lo fundamental es hacer las cosas bien. Otra cosa es cómo las perciba el ciudadano. El PP se ha dedicado a hacer muchas cosas bien, en otras se ha equivocado, como cualquier otro gobernante, pero nos podemos sentir muy orgullosos de lo hecho. Desgraciadamente toda esa magnífica labor económica y política, parando de forma pacífica la sublevación catalana, ha venido acompañada de un halo de corrupción. Y además no hemos conseguido ilusionar, lo que además ha venido unido a que otros sí han sido capaces de generar expectativas sin haber hecho nada. Hemos sido capaces de hacer una España mejor y debemos ilusionar al país sobre que aún podemos mejorarla más.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios