Entrevistas

"La editorial se empeñó en sacar un libro que nunca quise escribir"

El escritor, periodista, inventor, guionista y director de cine Alberto Vázquez-Figueroa, que acaba de publicar Siete vidas y media, desarrolla en una extensa entrevista algunos aspectos personales durante su vida en el Sáhara, sus facetas de submarinista, reportero de guerra y cazador de elefantes, o su experiencia junto a Jacques Cousteau. También explica algunos de sus proyectos como inventor, su relación con la política y su preocupación por la sociedad, la falta de agua y el medio ambiente.

El libro, publicado por Ediciones B, muestra algunos de los momentos más interesantes de la vida de un periodista que a sus 73 años ha sido autor de varios best sellers y ha escrito más de 60 títulos, entre los que destacan El rey leproso, Vivos y muertos, Mar de jade, Centauros, La taberna de los cuatro vientos, La ruta de Orellana y Coltán, entre otros.

-Su libro está escrito en formato de entrevista, con informaciones variadas y sin ninguna cronología. ¿Cómo definiría usted su obra?

-Siete vidas y media es una cosa muy rara, es indescriptible y no tenía ganas de escribirlo. Tiene ese formato de entrevista porque proviene de una serie de televisión de Canarias donde tres periodistas me hacían preguntas en una especie de sobremesa. Como no tenía interés en escribir mi biografía, lo que hizo la editorial fue coger los audios, transcribirlos y hacer como si fuera un único entrevistador. No hay que tomarse este trabajo muy en serio.

-¿No considera serio un libro de memorias?

-No son unas memorias, sólo algunos recuerdos y no llega ni a eso. Sería más bien una recopilación de anécdotas de mi vida. Es un libro que nunca quise escribir, pero la editorial se empeñó.

-Su trayectoria literaria es muy extensa. ¿Cuánto tarda en escribir sus obras?

-Un libro que me lleve más de un mes lo dejo porque me aburro. El que menos tardé en escribir fue El perro, y se llevó al cine además de haberse traducido a varios idiomas. Ése lo escribí en un fin de semana. Mi mejor libro, Tuareg, lo escribí en 20 días porque conocía bien el tema. Pero no tardo más de eso nunca.

-En Siete vidas y media alude a cierto periodismo de guerra que se hace desde los hoteles en vez de en la calle...

-Los únicos que van a la guerra porque quieren son los corresponsales y es absurdo que alguien proteste si lo matan. Además, tú no puedes hacer la guerra desde la ventana de un hotel porque pones a todo el edificio en peligro. A esa distancia nadie sabe que eres periodista. Lo que hay que hacer es lanzarse a la calle con un cartel que te identifique como prensa, que es lo que se hacía antes.

-En su libro dice que "ni la muerte ni el dinero lo han querido...".

- Lo de la muerte es evidente, pero es cierto que me he arruinado con el tema de las desaladoras. Invertí dos millones de euros para dar agua gratis al mundo, pero aún así, desde que comencé han muerto más de 400 millones de personas. Pienso que si soy capaz de evitar esas muertes, merecerá la pena haber pasado por aquí.

-¿Qué opina de la Cumbre de Copenhague?

-No sirve de nada, sólo para que los políticos se reúnan cada tres años y coman, hablen chorradas y gasten dinero, pero nunca solucionan nada. Yo escribí hace mucho Tierra virgen, la primera novela ecológica del mundo, y desde entonces nada ha mejorado.

-Usted ha sido siempre muy crítico con los políticos...

-Todos son corruptos, pero para eso están. Lo que me molesta es que además de corruptos son ineptos y lo hacen todo mal. El mejor negocio de hoy día es robar 30 millones, ir un año a la cárcel y luego quedarte con la pasta y ganar más yendo a las televisiones.

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